Severas medidas de seguridad para la boda real española

Madrid.- España se prepara para vivir el próximo sábado la boda real del príncipe Felipe de Borbón y Leticia Ortiz bajo extremas medidas de seguridad, en un contexto de trauma nacional provocado por el atentado del 11-M.

El Estado español no escatima en medidas de seguridad para que el enlace real se desarrolle sin contratiempos, mientras la policía trabaja sobre la hipótesis de que terroristas vinculados al comando del 11-M pudieran intentar alguna clase de atentado el día de la boda.

Si bien la posibilidad de un atentado fue calificada como "remota", responsables de la seguridad de la boda dicen que deben tener en cuenta que cuatro de los integrantes del comando que perpetró el atentado en Madrid permanecen en libertad.

Por ello, la policía editó varios miles de pequeños folletos con las fotografías de estos cuatro presuntos terroristas que llevan encima los más de 14.500 policías que participarán en la seguridad de la boda y quienes prestan servicio en puestos fronterizos terrestres y de aeropuertos.

Además de este despliegue de efectivos, que costará al Estado entre 6 y 8 millones de euros, el cielo de Madrid estará vigilado por aviones Awacs de reconocimientos suministrados por la Otán, que correrá con los gastos del despliegue.

Asimismo, desde el fin de semana pasado la policía vigila cuidadosamente en todas las rutas españolas el paso de vehículos, con la inevitable consecuencia de las aglomeraciones, especialmente en los pasos fronterizos, debido a la suspensión temporal del tratado de Schengen, que permite la libre circulación de las personas dentro de quince países de la UE.

A medida que se acerca el día de la boda, los controles se incrementan notoriamente en Madrid, donde las fuerzas de seguridad vigilan ostensiblemente una docena de calles emblemáticas del centro de la capital, entre ellas la Gran Vía, la calle Alcalá, el paseo del Prado y la calle Alfonso XII, que permanecerán cortadas al tráfico privado los días 21 y 22 de mayo.

El itinerario del cortejo nupcial, que supondrá el primer baño de multitudes de los príncipes de Asturias sólo unos minutos después de su boda, fue revisado edificio tras edificio por las unidades de intervención policial (UIP), que incluso colocaron cámaras de televisión que graban cada segundo de lo que sucede en algunos de esos lugares.

La ceremonia religiosa comenzará a las 11 y contará con la presencia de unos 40 jefes de Estado, que dijeron "sí" a la invitación para la boda del heredero de la corona española. Para la Argentina, la boda será televisada por América, que hará un programa especial desde las 10 hasta las 13.