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 miércoles, 18 de febrero de 2004

La veda alcanza a maxiquioscos, almacenes, minimercados y salones de venta
Casi siete de cada diez rosarinos apoya la ley seca durante la noche
Mañana el Concejo abordará el proyecto de restringir la venta de alcohol entre las 23 y las 8. La juventud, dividida

Lucas Ameriso / La Capital

El 65 por ciento de los rosarinos está de acuerdo con prohibir la venta de bebidas alcohólicas entre las 23 y las 8, en locales como maxiquioscos, minimercados, autoservicios o almacenes. Una consultora local midió el impacto de la veda etílica nocturna entre 400 casos y comprobó que la mitad de los jóvenes de 18 a 25 años se opone al proyecto y un 43 por ciento lo avala. Quienes adhieren a la ley seca creen que disminuirá el consumo de alcohol y se reducirán los niveles de inseguridad en la vía pública. Por el contrario, para una gran cantidad de opositores al proyecto se restringirá la libertad de los ciudadanos y terminará favoreciendo a los dueños de los boliches.

La decisión de restringir la venta de alcohol comenzará a discutirse a partir de mañana en el Concejo Municipal. La propuesta tendrá carácter municipal y limita la venta de alcohol a cualquier persona (la compra por parte de los menores ya está prohibida) a partir de las 23 y hasta las 8 del día siguiente.

Vale decir que la restricción en la venta de alcohol afectará principalmente a los comercios polirrubro (además de supermercados y almacenes) y habilitará el consumo sólo en bares, restaurantes, confiterías o a través del sistema de venta a domicilio. Y a su vez aspira a eliminar la postal de jóvenes que se reúnen en la calle a tomar cerveza.

El estudio de opinión pública fue realizado entre el 13 y el 15 de este mes por la consultora Andrés Mautone y Asociados entre 400 rosarinos mayores de 18 años bajo algunas premisas específicas.

El 65,5 de los encuestados se pronunció a favor del proyecto presentado por Rossi, mientras que el 31 por ciento lo rechazó y un 3,5 por ciento se mostró indeciso.

La cantidad de mujeres que adhieren a la ley seca resultó abrumadora: un 71 por ciento. A la hora de medir los niveles de aceptación entre jóvenes de 18 a 25 años, se concluye que son el segmento más renuente a la aplicación, con un 51,6 por ciento de rechazo la veda, aunque 43,8 está plenamente de acuerdo.

A la hora de esgrimir las razones que sustentan la adhesión a la veda nocturna, los rosarinos consideraron -en el siguiente orden de prioridades-, que se logrará disminuir el consumo de alcohol entre jóvenes, se reducirá la inseguridad en la vía pública, favorecerá la tranquilidad de los vecinos, la limpieza y prevendrá accidentes de tránsito.

En la vereda de enfrente, quienes expresaron el desacuerdo con este proyecto indicaron que se cercenará la libertad de los ciudadanos, que fracasará, favorecerá a los dueños de los boliches, no existe el poder de policía para aplicarlo y sólo debe aplicarse a menores de edad (como ya ocurre en la actualidad).


Dos mil comercios bajo la lupa
De aprobarse mañana en el recinto del Palacio Vasallo, la futura ordenanza deberá ser acatada por cerca de 2 mil comercios que en la actualidad funcionan en la ciudad bajo los rubros de almacén, minimercado, quiosco y bar americano.

Cabe recordar que el intendente Lifschitz ya había anticipado a La Capital que ni bien se apruebe la prohibición a la venta de alcohol nocturna la promulgará "al otro día". Y todo hace suponer que la propuesta ingresó en su fase definitiva.

Hasta ayer, el proyecto de Rossi contaba con el apoyo de los concejales socialistas, del Partido del Progreso Social, el ARI y del bloque Concejales por Rosario. No obstante, seguramente se escucharán algunas voces en disidencia (ver recuadro).

Según había considerado el jefe comunal, habrá apoyo policial para controlar que la norma se cumpla, además de señalar que habrá refuerzo en la cantidad de inspectores municipales a tal efecto.

El rechazo entre los comercios que deberán acatar la veda quedó evidenciado a pocas horas de conocido el proyecto. Según advirtieron los propietarios de minimercados y maxiquioscos, "habrá un cierre masivo" de locales, con la pérdida de fuentes de trabajo. Es que los comerciantes reconocieron que lo único que les arroja una ganancia considerable es la venta de cerveza y vino, "que atrae a la gente porque cuesta menos que en los bares".

El autor de la veda etílica nocturna había defendido su iniciativa al fundamentar que apuntará a un reordenamiento de la noche en Rosario. "Muchas veces los mayores compran las bebidas y luego se las entregan a los menores de edad", señaló oportunamente Rossi, y calificó a los maxiquioscos y minimercados como "verdaderas bocas de expendio de alcohol destinados a consumirse en la puerta de estos locales". A su juicio, esta situación "contribuye a que los chicos generen inconvenientes, porque la vía pública no está preparada para que allí se consuma".

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Muchos rosarinos apoya la prohibición.

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Quieren que la prohibición dure las 24 horas


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