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domingo,
04 de
noviembre de
2007 |
Newell’s precisó a Schiavi, que faltó por primera vez
Si algo dejó en evidencia el patido de anoche es que Rolando Schiavi es imprescindible para Newell’s. Puede sonar a una obviedad, a una referencia que no es ningún descubrimiento, pero también es realmente preocupante que la falta de un jugador, por más importante que sea, se transforme en casi un equipo en sí mismo.
El Flaco es sinónimo de experiencia. Y Newell’s extraño anoche horrores esa cualidad. Ni hablar de las pelotas paradas. Esto quedó reflejado en la soledad con que saltó Garcé en el cabezazo del gol de Colón. Tal vez el Chino no hubiera sido la marca de Schiavi, pero seguramente con la sola presencia del ex Boca no se hubiera elevado con la comodidad con que lo hizo.
La temperatura del partido, por tratarse de dos rivales que pelean por no descender, también calzaba como un guante para Schiavi. Era una final y nada mejor que él para jugarla. Es cierto que ante Huracán también se trató de un choque de esos que valen 6 puntos y el Flaco ayudó a la derrota con su gol en contra. Pero no se debe perder de vista que llegó a esa cita dulce tras ganarle a Boca e Independiente y los grandes jugadores adquieren esa estatura en los momentos límites.
El de anoche era uno de esos, sobre todo porque Newell’s venía de caer ante el Globo y Gimnasia, y de transitar una semana con rumores de cortocircuito entre Caruso y el plantel. Schiavi faltó por primera vez y su ausencia fue tan notoria que el equipo no estuvo a la altura de lo que se jugaba.
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