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domingo,
04 de
noviembre de
2007 |
Regional del Centro
Rugby: Uni venció a Jockey Club y se clasificó finalista
Pablo F. Mihal / Ovación
Por ambición, por paciencia, por resto, pero fundamentalmente porque tuvo un corazón enorme, Universitario se clasificó ayer finalista del Regional del Centro al vencer a Jockey Club en las Cuatro Hectáreas por 19-16 en tiempo suplementario.
El conjunto académico nunca se dio por vencido y peleó siempre. Se hizo grande en la adversidad sin perder la humildad y fue más inteligente. Por eso las razones de la victoria hay que buscarlas no sólo en lo que el equipo de Carlitos Oviedo hizo dentro de la cancha con el juego en sí, sino en esos condimentos extras que terminan inclinando la balanza, más cuando el partido es muy parejo.
La cosa no había comenzado bien para el equipo de Las Delicias ya que siempre tuvo el marcador adverso, hasta el minuto final donde llegó el empate y tomó envión para encarar el suplementario con mayor optimismo.
Durante el primer tiempo Jockey tuvo viento a favor pero no lo supo aprovechar, o al menos no supo trasladar esa contingencia al marcador. El verdiblanco llegó al try a través de Nicolás D’Angelo casi sobre el final del período, pero en líneas generales las acciones fueron repartidas y abundaron los nervios, por eso por momentos el juego se hizo confuso y varias veces se prestaron la pelota. Ninguno logró marcar una supremacía en el juego con la que pudiera avalar un eventual triunfo. Con un 11-3 favorable al local ambos equipos se fueron al descanso. Lo mejor estaba por venir.
En el complemento, Uni gozó del viento a favor e inmediatamente intentó poner el juego en terreno rival. En el primer minuto de juego César Schiavo le tapó un kick a Marquardt pero el rebote no lo benefició y la pelota salió por línea de pelota muerta. Fue un anuncio.
Caterina embocó un penal y achicó las diferencias que Jockey volvió a estirar con el try de Baetti. De un scrum robado, Vignau habilitó al fullback que entró cruzado dejando a contrapierna la defensa y vulnerando el ingoal.
Lejos de amilanarse, Uni siguió fiel a su libreto. Perdió varias pelotas importantes en ataque, pero en cada acción volvía a empezar. Jockey, en tanto, siguió abusando de los kicks cuando lo más recomendable era jugar. La pareja de medios equivocó los caminos y cuando falla la conducción a la larga se termina pagando. Así volvió a sufrir el karma que había tenido con Duendes en la final del Litoral. Pasó de tener el partido ganado, a quedarse con las manos vacías.
Cuando el partido se cerraba, César Schiavo volvió a tapar un kick (tras un line jugado inexplicablemente rápido por Jockey) sólo que esta vez la pelota le quedó servida para el try. Fue el delirio de la gente de Uni y la desazón de la del Jockey. La conversión del try estableció el empate (16-16) y obligó a jugar el tiempo suplementario.
Y, paradójicamente, como se dice en la jerga turfística “caballo que alcanza, ganar quiere”. Y así fue como con mucho corazón Uni se llevó la victoria. Caterina se vistió de Wilkinson y con una tranquilidad exasperante preparó y metió el drop que selló el resultado. Uni era finalista.
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