Expulsaron de Italia a rumanos con antecedentes penales

La drástica medida oficial se tomó tras el brutal asesinato de una mujer en Roma

Carola Frentzen / DPA

Roma. — Una calle oscura en un barrio de las afueras de Roma. Aquí fue atacada hace pocos días una italiana de 47 años, con tanta brutalidad que murió el jueves en el hospital. Bañada en sangre, medio desnuda y desfigurada, fue abandonada en una cuneta junto a la carretera. El asesino es un joven rumano que vivía a metros de la escena del crimen, en un asentamiento de sinti y roma. Toda Italia quedó conmocionada por el caso.

De hecho, Milán ya empezó a deportar ciudadanos comunitarios. Las autoridades dijeron que cuatro rumanos con antecedentes delictivos fueron colocados en un vuelo de Alitalia a Bucarest, y ya se autorizó la expulsión de otros doce. En la ciudad de Génova se firmaron 17 órdenes de expulsión y otras tres en Roma.

Hechos violentos. El crimen en el barrio Tor di Quinto de Giovanna Reggiani, de 47 años, fue precedido por una serie de hechos violentos que ocuparon las portadas de los periódicos en el último tiempo. A mediados de agosto, un ciclista de 57 años fue atacado y robado por dos rumanos. Murió después de pender durante 49 días entre la vida y la muerte. Poco después le tocó al director de cine Giuseppe Tornatore (“Cinema Paradiso”): dos rumanos le robaron en el elegante barrio de Aventin su billetera y su celular causándole una conmoción cerebral. “Antes de que Rumania entrara en la Unión Europea, Roma era la ciudad más segura de Europa”, dijo el alcalde Walter Veltroni.

En Italia viven unos 560.000 rumanos, la mayoría de los pueblos gitanos sinti y roma. Desde que su país ingresó en la UE, el 1º de enero de 2007, su presencia en Italia aumentó drásticamente. Los rumanos pueden permanecer hasta tres meses en cualquier país comunitario, pero después necesitan un permiso de residencia.

Al igual que el premier Romano Prodi, Veltroni, su socio de la centroizquierda italiana, reclamó intransigencia con los criminales extranjeros.

El decreto rubricado por el presidente Giorgio Napolita no prevé que los ciudadanos comunitarios que residen en Italia sean automáticamente expulsados del país si un juez determina que resultan una amenaza para “la seguridad pública”. Pero hay excepciones: en delitos graves como el más reciente, los sospechoso serán procesados en Italia. Cuando se trate de infracciones menores, el juez podrá disponer la expulsión inmediata de los comunitarios.

El gobierno rumano acordó inmediatamente cooperar con las autoridades italianas y envió policías a Roma para ayudar en el caso. “Hacemos todo lo que podemos, pero no podemos traer a los rumanos por la fuerza de regreso a su país”, dijo el premier Calin Popescu Tariceanu.

Protección social. El autoproclamado rey de los roma en Rumania, Florin Cioaba, abogó por solucionar el problema en los Balcanes, no en Italia: “Necesitamos leyes que den más protección y más empleo para que la gente deje de emigrar”.

La policía italiana comenzó entre tanto la demolición del asentamiento ilegal donde vivía el delicuente, de la etnia roma. En Italia existen muchos de estos improvisados campamentos, la mayor parte sin agua potable ni electricidad.

Un bulldozer destruye un campamento gitano en Roma.