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domingo,
28 de
octubre de
2007 |
Río Negro: los sabores del valle
Las rutas alimentarias de la provincia de Río Negro comenzaron con tres propuestas, la del vino, la de la pera y la manzana, y la de los sabores del Atlántico, a las que se sumarán el año próximo la de la carne ovina y la de los sabores cordilleranos. La Ruta del Vino recorre los 700 kilómetros de la línea norte desde Cerro Grande hasta Pomona, pasando por Cinco Saltos, Cipolletti, Allen, General Roca, Villa Regina y Choele Choel. La visita a las bodegas abre un mundo refinado de vinos y champán. Los viñedos, las variedades propias de estas latitudes, los aromas y sabores.
Bodegas museo
Existen bodegas tradicionales y bodegas museo que dan testimonio de la historia productiva de los pueblos. La Ruta de la Pera y la Manzana sigue la misma línea que la del Vino, y recorre los mismos pueblos. Numerosas chacras ofrecen la visita al establecimiento, la posibilidad de participar de las labores culturales y degustar las frutas frescas o elaboradas en dulces y tartas. La visita a los galpones de empaque, fábricas de jugos y sidra conecta con el proceso industrial que existe alrededor de las peras y manzanas.
Las empanadas rionegrinas y platos dulces y salados elaborados con estas frutas pueden saborearse en los restaurantes que integran la ruta. La Ruta de los Sabores del Mar Patagónico recorre los balnearios del Atlántico, desde Viedma hasta Playas Doradas, pasando por La Lobería, Bahía Rosas, Bahía Creek, San Antonio Oeste, Las Grutas y Punta Colorada. Se pueden degustar pescados, mariscos y otros productos elaborados en platos y en conserva; aceite de oliva; quesos, dulces, vinos y productos de chacra en la zona de Viedma.
La navegación y la visita a establecimientos completan las vivencias de esta ruta. La Ruta de los Sabores Cordilleranos recorre la ruta 40 desde Bariloche hasta El Bolsón, pasando por Villa Mascardi, Río Villegas, El Foyel, El Rincón y Los Repollos. Sus productos principales son los chocolates, la cerveza, los ahumados, las frutas finas elaboradas en dulces y pastelería, ofrecidos por numerosos prestadores rurales.
En sus establecimientos se pueden hacer degustaciones, visitar la agroindustria, disfrutar del té con exquisita pastelería, de platos artesanales y —en algunos casos— también alojarse.
La ruta de la carne ovina
La Ruta de la Carne Ovina sigue los más de mil kilómetros desde Pilcaniyeu hasta Valcheta, pasando por Clementenelli, Ingeniero Jacobacci, Maquinchao, Los Menucos y Sierra Colorada. La posibilidad de comer cordero en restaurantes típicos, de saborear las tradicionales comidas árabes, visitar estancias y viajar en el Tren Patagónico a través de un territorio pleno de historias están en la invitación de este itinerario.
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