Cuando la pelota no se calla

Alfredo Montenegro / La Capital

Narrativa

Y el fútbol contó un cuento, de Alejandro Apo (comp.). Alfaguara, Buenos Aires, 2007, 206 páginas, $ 34.

Puede ser que la pelota doble y también se manche. Pero lo comprobado es que difícilmente se silencie. Sponsors de la pasión codificada, periodistas que beatifican al atleta que promocionan, dirigentes que invierten en valores a futuro, el imperio televisivo y hasta la AFA aún no lograron callar a los relatos no codificados que vaguean por bares, largas sobremesas y tardecitas en la vereda.

Con héroes rescatados de los bronces, malandras de ásperos campos, especialistas de café y memoriosos inventores de pulidos relatos, algunos autores se animan a burlar las leyes del deporte desfigurado en espectáculo y tiran la pelota hacia la tribuna. Allí, nadie chifla cuando se la devuelven y más de uno se pone a hacer jueguitos con los recuerdos de desafíos, revanchas y pasiones.

En “Y el fútbol contó un cuento”, el periodista y relator Alejandro Apo armó una selección de relatos en base a un gran equipo formado por Eduardo Sacheri, Isidoro Blaisten, Juan Sasturain y Antonio Dal Masseto; Mempo Giardinelli, Pablo Ramos y Rodolfo Braceli; Alejandro Dolina, Mario Benedetti y Roberto Fontanarrosa. Así también se alistan Sebastián Jorgi, Carlos Albín, Aldo Reina, Walter Vargas y Hernán Rivera Letelier.

El cabezazo que rompe el arco que era ventana de la vecina, a quien habrá que pagar los vidrios que cayeron como papelitos desde la tribuna de la infancia; el gol en contra a la dignidad para llevar unos pesos a la casa; las paredes que descargan ternura entre los más duros; el rencor a un ex compañero, que no le arrebató una novia ni lo estafó, pero le quitó la posibilidad de patear su primer penal; el relator empedernido que inventa un mejor fútbol; el nostálgico de los atletas de anteayer, y el último señor entrenador, son algunas de estas crónicas que recuperan la liturgia de la pelota.

En el prólogo del libro, Apo juega con que su idea era escribir historias futboleras, pero admite que pronto advierte que esos relatos ya fueron muy bien contados. Entonces, sin enojarse, convocó a un equipo de antología. El nombre del libro surge del espectáculo que desde hace nueve años, Apo y el pianista marplatense Marcelo Sanjurjo llevan a distintas salas del país.

El seleccionador y comentarista de Villa Urquiza hace rato que literalmente camina canchas. Trabajó en equipos deportivos de televisión, radio Mitre y ahora hace las medianoches en Continental. En 1996 inició “Todo con afecto”, un programa futbolero basado en la literatura, aportes de oyentes, entrevistas, historias de vida y música.

Cuando parece ser que el fútbol convoca más que la lectura, las 226 páginas de la recopilación de Apo se transforman en una bien intencionada emboscada para que los chicos puedan sintonizar un texto distinto a los curriculares y un relato futbolero distinto al televisivo.

El trabajo apunta al alma del juego, excava y profundiza en la raíz de ese maltratado y comercializado: “Es un sentimiento”, sin caer en la nostalgia paralizante.

En definitiva, se trata de un aporte a ese andar y también a recrear la beligerancia ante quienes cobran siempre en contra de los que juegan limpio. Los que festejan la alegría de pisar la pelota.