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domingo,
28 de
octubre de
2007 |
El clima beneficia a los bomberos
Un clima más fresco ayudó ayer a los miles de bomberos que combaten los incendios en el sur de California, aunque las llamas que seguían ardiendo en algunos lugares indicaban que la batalla aún no ha terminado.
En muchas áreas, los residentes se atrevieron a regresar al carbonizado lugar para ver si sus casas permanecían en pie o estaban entre los 2.300 edificios alrededor de San Diego y Los Angeles que fueron devastados en la pasada semana.
El clima fresco y nublado registrado el viernes dio un respiro a los extenuados bomberos y puso fin a los temores iniciales de que más vientos avivaran las llamas que han provocado la muerte de 17 personas.
“Se supone que comiencen a caer algunas lluvias aisladas sobre la zona. El clima realmente está ayudando bastante”, dijo el portavoz del National Interagency Fire Center, Randy Eardley.
Pese al optimismo, los bomberos aún combatían nueve incendios que amenazaban con devorar cientos de casas.
“Esta todavía es una situación muy fluida que continuará por varios días”, dijo Chip Prather, jefe del departamento de bomberos del Condado de Orange, en imágenes mostradas por CNN.
El peor fuego. Los esfuerzos se enfocaban en el mayor incendio, en el condado de San Diego, que ha quemado más de 800 kilómetros cuadrados, y en el incendio de Santiago, un pequeño foco en el condado de Orange que según medios se intensificó durante la madrugada de ayer.
El 60 por ciento del incendio que amenazaba a la ciudad de San Diego fue controlado ayer al mediodía .
En Fallbrook, a unos 65 kilómetros de San Diego, las autoridades dijeron que estaban impidiendo el regreso de los residentes hasta que no se aseguraran de que los cables de electricidad en las zonas incendiadas hayan sido desconectados.
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