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domingo,
28 de
octubre de
2007 |
El ganador de un ACE vendrá a Rosario con "Los padres terribles"
Luis Machín: “Los premios llegan por añadidura”
El actor rosarino dijo que no concibe su profesión como una carrera con meta final
Rodolfo Bella / Escenario
“No siento que en esta actividad haya que llegar a algún lado; lo entiendo más como un camino”, dijo a La Capital el actor rosarino Luis Machín en relación a la calificación que recibe su trabajo. Pausadamente y con amabilidad, a pesar del poco tiempo que le deja la grabación de la tira “El hombre que volvió de la muerte”, Machín dijo que el premio ACE a mejor actor protagónico de comedia que recibió por su trabajo en “Los padres terribles” no es “el incentivo, sino que se da por añadidura”. Machín traerá a Rosario la pieza el 9 y 10 de noviembre próximo, acompañado por un elenco que integran María Alche, Mirta Busnelli, Noemí Frenkel y Nahuel Pérez Biscayart.
—¿El año que viene vas por el ACE de Oro?
— No, la verdad es que no. El premio no es el aliciente para seguir, sino la propia necesidad de hacerlo porque es mi propia naturaleza que siempre es buscar algo distinto para actuar. No conozco otra manera de concebir mi paso por acá.
—La obra también recibió otros tres premios, además del tuyo ¿no lo esperabas?
—Sabía que la obra estaba muy bien, pero yo no trabajo pensando en los premios. Esto es lo cierto. No es el incentivo, sino que el premio se da por añadidura. Es una obra que pasa por todos los géneros. Como actor podía desplegar distintos matices y eso me hacía más fuerte. Quizás algo de eso también se tradujo en la posibilidad que sea reconocido por la Asociación de Cronistas del Espectáculo.
—¿Traerla a Rosario es una prueba extra?
—Siempre impulsé la idea de llevarla a Rosario porque tengo muchas ganas de que la vea la gente que uno quiere y que de alguna manera está cerca de lo que yo hago. Siento que en general en Rosario se reconoce mi trabajo y esta es la manera de demostrar afecto y cariño a quienes me siguen. En televisión ya pueden verme, pero no es fácil llevar una obra al interior.
—¿Qué te interesó de“El hombre que volvió de la muerte”?
—En principio era el género y la curiosidad que me producía todo lo que hacía Narciso Ibáñez Menta. La idea de hacer esa miniserie es también una manera de rescatar el género de terror que no se desarrolló mucho en este país y mucho menos en televisión.
—¿Hay un perfil de personaje como el villano para el cual te convoquen?
—No considero que sea un actor que se lo convoque para los villanos más allá que hayan sido más las veces que eso ocurrió. Eso es lo que se lee como la generalidad porque la televisión es el registro de actuación que más se ve. También hago mucho teatro y cine y no siempre los personajes tienen que ver con el villano. Además los malos son bastante más divertidos para componer que los buenos.
—¿Qué tienen ?
—Tienen la posibilidad de la contradicción. Busco que sean personajes que no vayan en una sola línea sino que tengan contradicciones. Entonces son más los que pueden justificar su maldad. No es un pensamiento mío como persona, pero como actor cuando compongo me gusta pensarlos en esa contradicción. En ese sentido lo jugoso también se lo aporto yo. Más allá de lo que se escribe me gusta juguetear con eso porque mantiene viva la creación. Me gusta pensarlos no haciendo un juicio moral de lo que hacen sino en relación a lo que producen en escena.
—¿Eso también pasa en “Los padres terribles”?
—Sí, porque está muy presente el entrecruzamiento de géneros. Es una historia que nos hace pensar también en la propia historia más allá de que sea una obra de un francés ubicada en la Francia del 38, que también tiene resonancias en el teatro argentino, como Florencio Sánchez con “En familia”, donde hay problemas económicos y morales que resolver.
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"Si alguien lee mi situación como ideal no lo sé; sí estoy contento con lo que hice", dijo Machín.
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