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domingo,
21 de
octubre de
2007 |
Prohíben bebidas energizantes en Santa Fe
La medida afecta a pubs y confiterías. Recuerdan que su mezcla con alcohol es muy peligrosa
Jorge Sansó de la Madrid / La Capital
Santa Fe.— La promoción publicitaria, exhibición, venta, expendio o suministro a cualquier título de bebidas con sustancias farmacológicamente activas en establecimientos comerciales de recreación nocturna fueron prohibidos en Santa Fe.
El Consejo Municipal aprobó la ordenanza que con dicha prohibición busca eliminar el consumo de los llamados energizantes, que habitualmente mezclados con alcohol —tal como ha impuesto la moda— resultan un cóctel de peligrosísimos efectos. De allí que la norma impone a los propietarios de bares, confiterías, pubs y demás establecimientos en los que se consumen bebidas alcohólicas multas que van desde 100 a 500 pesos, y por reincidencia la clausura del local.
La ordenanza cierra una fuerte y extendida polémica que se inició hace dos años, cuando la Defensoría del Pueblo de la provincia pidió al intendente Martín Balbarrey que interviniera a raíz del uso masivo de la mezcla de bebidas y energizantes entre los jóvenes de la capital provincial, con consecuencias evidentes como la duplicación y la triplicación de la ingesta alcohólica que trajeran aparejados un exponencial incremento de la violencia.
Evidencia científica. Tanto el defensor del pueblo como los concejales Leonardo Simoniello y Jorge Henn hicieron público estudios científicos que evidencian los efectos inhibitorios del energizante junto con el alcohol. Esto permitía a los jóvenes beber dos y tres veces sin sentirse borrachos, pero cuando el energizante con el correr de las horas dejaba de hacer sentir su efecto, la intoxicación era igualmente doble o triple. Algunos llegaban a perder la conciencia y otros a reaccionar de manera violenta.
Los enfrentamientos y peleas a la salida de los boliches —cuando el efecto de los energizantes comenzaban a diluirse y sólo les quedaba alcohol en la sangre que se sumaba al cansancio— llegaron al extremo de provocar víctimas fatales. La polémica alcanzó su punto máximo cuando dos jóvenes discutieron por el turno en una fila para comprar una hamburguesa y uno le asestó un puñalada en el pecho al otro.
Fue entonces cuando el defensor pidió al municipio que reaccione y los concejales insistieron en la necesidad de dictar una normativa al respecto. Para entonces ya se conocían los efectos nocivos que causa en la salud y en plazo no muy extenso la ingesta de la mezcla.
Recién el jueves último el Concejo logró sancionar otra ordenanza (una primera había sido vetada por el intendente) que también establece que aquellos establecimientos que publiciten, exhiban, vendan, expendan o suministren cualquier titulo bebidas con contenido de sustancias farmacológicamente activas, también denominadas energizantes o energéticas no podrán promover, bajo ningún método, forma o circunstancia la mezcla de estos productos con bebidas alcohólicas.
El proceso de discusión, culminado con la obtención de la mayoría de los votos para la sanción de la ordenanza, fue muy rico en el debate y dejó entrever los distintos intereses políticos, económicos y empresariales que juegan y presionan alrededor del tema en cuestión.
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