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 domingo, 21 de octubre de 2007  
A 7 días
Cristina, con el plus de llevar “doble timonel”

Con el apoyo del presidente Néstor Kirchner en cada acto del gobierno, como si se tratara de un doble timonel y una candidatura blindada ante críticas de la oposición, Cristina Fernández de Kirchner arrancó su campaña con giras internacionales para instalarse como “continuidad” y en el último tramo apostó a consolidar su figura con actos en los principales distritos del país.

   Con la idea de imponer un triunfo “irreversible” en primera vuelta, la candidata del gobierno se mostró haciendo la plancha, como se llama en la jerga política a la estrategia de “no hacer nada” para evitar imprevistos, mientras en el tramo final, apostó todo a la tracción de votos del conurbano bonaerense. Fue así que la primera dama evitó responder ante el periodismo sobre los temas que intentó imponer la oposición como la inseguridad, la inflación, la manipulación de los índices del Indec y los gastos de recursos del Estado para su campaña.

   En su defensa salió el propio presidente Kirchner y su jefe de Gabinete, Alberto Fernández, entre otros ministros. Kirchner hizo campaña a la par de la candidata y se autodefinió como “presentador”, “futuro jefe de ceremonial” y “primer caballero” y cedió protagonismo a su esposa, dejándola hablar en los actos oficiales. Ella dedicó varios tramos de discursos a elogiar los “ideales” y el “amor” de su marido por la gente. En ese contexto, el matrimonio presidencial mezcló actos políticos con actos oficiales, donde los anuncios de obras públicas y el diálogo público entre esposo y esposa, fueron moneda corriente.

   La primera dama no participó de ningún debate y tampoco mostró una plataforma electoral, ni siquiera de aquellos tradicionales folletos que en otras épocas solían repartirse en actos o casa por casa, para atraer la atención de los votantes. Así espera Cristina Fernández superar sin traumas el 28 de octubre, fecha clave para su futuro.


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