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domingo,
21 de
octubre de
2007 |
La F1 tuvo al campeón menos pensado: Kimi Raikkonen
Por Jens Marx / DPA
San pablo.- El finés Kimi Raikkonen se proclamó hoy campeón del mundo de Fórmula 1 al ganar el Gran Premio de Brasil por delante de su compañero de Ferrari, Felipe Massa, y aprovechar la debacle de McLaren-Mercedes.
El español Fernando Alonso fue tercero, pero lo peor para las Flechas de Plata<(i> fue la actuación del británico Lewis Hamilton, que llegaba líder, partió de la segunda posición de la parrilla de salida y sólo pudo ser séptimo.
Ferrari conquista el campeonato de constructores y de pilotos después de dos años de sequía gracias a los 110 puntos de Raikkonen, ganador de seis carreras, por los 109 de Hamilton y Alonso.
McLaren pierde un título que tenían al alcance de la mano sus dos pilotos en favor de Raikkonen, que a sus 28 años y tras ser dos veces subcampeón cumple con su objetivo de ganar el título en su primer año en Ferrari.
Al igual que en China, Hamilton cometió un error al principio de carrera y luego sufrió un problema en la caja de cambios, lo que lastró sus posibilidades de ganar el título.
La primera curva iba a ser decisiva en un circuito sin muchas posibilidades de adelantamiento. Massa, el “poleman”, bloqueó a Hamilton, que partía segundo, y dejó vía libre para que Raikkonen pasara. El finés lo aprovechó y adelantó al inglés. En la segunda curva fue Alonso, que partía cuarto, quien superó por el exterior a Hamilton, con el que casi se toca.
Hamilton había pasado del puesto dos al cuarto. No tomó unos riesgos que no necesitaba correr ante el ataque de Raikkonen y Alonso. La cuarta posición era buena para el líder de la clasificación, había evitado el choque y le valía para ser campeón.
Pero luego, cometió un nuevo error de principiante, como el de Shanghai. Trató de superar a Alonso en una pelea en la que no necesitaba entrar y perdió el control de su coche. Se salió de pista y, aunque pudo reintegrarse, ya estaba en octava posición. El inglés recuperó la calma y remontó dos puestos.
Por delante, Massa y Raikkonen volaban, mientras Alonso, tercero, los perdía de vista. Con ese orden en las posiciones, sin embargo, el español era virtual campeón.
En la vuelta ocho la situación se agravó hasta extremos inimaginados. Un problema en el cambio hizo que Hamilton se quedara casi parado y pasase al puesto 16, a más de 40 segundos. Pese a que reemprendió la marcha, el título lo tenía perdido.
Raikkonen, segundo, y Alonso, tercero, soñaban con ganar. Si el finés ganaba la carrera y el español acababa tercero, él sería el campeón. Massa, líder de la prueba, tenía en su mano hacer campeón a su compañero, que debería pasarlo de forma disimulada, pues las órdenes de equipo están prohibidas.
En la vuelta 20 entró Massa en boxes. Era el momento de dejar pasar a Raikkonen, que hizo vuelta rápida. El finés entró una vuelta después, pero salió aún por detrás del brasileño. Aún habría otra oportunidad.
Era el turno de McLaren. Entró Alonso. Sin problemas. Luego Hamilton, al que cargaron con poca gasolina y le pusieron los neumáticos blandos, que levantaban muchas dudas por el abrasivo nuevo asfalto de Interlagos.
Pasada la primera parte de la carrera, Alonso era campeón. Pero no sólo el coche de Hamilton tenía problemas. El español también los experimentaba y a falta de 38 vueltas tuvo que ceder el tercer puesto ante el BMW de Robert Kubica, al que no pudo ni prestar oposición. En esa situación ya era campeón Raikkonen, aunque aún marchaba segundo.
A 34 vueltas del final Hamilton hizo su segunda parada y de nuevo puso neumáticos duros. La estrategia era de tres entradas en boxes. Era noveno, estaba detrás de Raikkonen, pero con vuelta perdida.
Kubica repostó de nuevo y cedió de nuevo el tercer puesto a Alonso, pese a que su coche no era del todo competitivo.
Hamilton seguía remontando y pasó a ser octavo. Raikkonen se situó a menos de un segundo de Massa, condiciones idóneas para que en la segunda parada en boxes el finés adelantara a Massa.
El brasileño hizo su última parada y se encontró con tráfico por delante. Raikkonen iba a tener un par de vueltas para tratar de hacer desaparecer la diferencia y lo logró, cuando salió de su parada, ya estaba por delante de su compañero.
Alonso entró a falta de 19 vueltas para el final y puso los controvertidos neumáticos blandos, pero ni siquiera la tercera plaza le valía para ganar el título.
Hamilton hizo su última parada de la carrera y del año. Llegó hasta la séptima plaza, lo que neutralizaba la ventaja de Alonso. Pero eso ya poco importaba. El desastre de McLaren estaba consumado. Raikkonen iba a hacer campeón del mundo de nuevo a Ferrari, justo el año después del retiro del heptacampeón Michael Schumacher.
Ni el más optimista de los tifosi lo habría imaginado antes del comienzo de la carrera, cuando el finlandés tenía siete puntos de desventaja.
Ferrari celebró así el doblete, pues ganó ya el Mundial de constructores, y lo hizo con un 1-2 de Raikkonen y Massa que hizo al finés campeón por sorpresa. (DPA)
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Raikkonen festeja el título, Alonso pone su mejor cara.
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