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domingo,
21 de
octubre de
2007 |
Los signos de la semana
El signo del escorpión
Cristina Giménez
Escorpio (del 23 de octubre al 22 de noviembre) es el octavo signo del zodíaco, del elemento agua y de modalidad fija. Los signos de agua se conectan más naturalmente con el lado inconsciente de la vida, el alma y los sentimientos. Escorpio no es la excepción aunque su modalidad fija hace que concentre su energía más hacia adentro, y suele ser intransigente o extremista. Es el más introvertido de los signos de agua y en su interior se libran intensas batallas por eso se lo asocia con la figura de San Jorge y el dragón. Esta figura representa la lucha del héroe que derrota el lado oscuro del alma; la naturaleza inferior del hombre está simbolizada por el dragón y la transmuta en luz.
Intenso y apasionado
En los doce trabajos de Hércules, el octavo se lo asocia a Escorpio: el héroe debe destruir a la Hidra del pantano, un monstruo casi invencible que renace una y otra vez hasta que sale a la luz. Pero la figura que representa a este signo desde antaño es un arácnido, el escorpión. Animal muy antiguo y temido por la peligrosidad de su veneno porque su aguijón es mortal.
Los escorpiones pasan su vida en lugares oscuros, protegidos debajo de piedras o troncos y provienen de ambientes tropicales, desiertos, estepas, zonas inhóspitas, pero también pueden vivir en lugares húmedos (son muy resistente a situaciones climáticas adversas). Esto ha generado al escorpión una mala reputación y por lo general es trasladado al signo sin comprender su real simbolismo.
Es un signo psíquico como los otros de agua, Cáncer y Piscis, pero está más dotado que estos últimos para absorber las energías de quienes lo rodean y devolverlas transmutadas. Escorpio es un camino hacia adentro, hacia las profundidades del alma; intenso y apasionado no tiene términos medios.
Dependencias emocionales
Se trata del signo de la fusión, del encuentro íntimo con el otro, pero también es el encuentro con las dependencias emocionales, con el “monstruo”, los celos, la posesividad, la desconfianza, la manipulación, el control, los temores profundos, las luchas de poder y la traición. Estos sentimientos deben enfrentarse y trasmutarse para que triunfe el amor, la libertad, la verdad y el desapego.
En el antiguo Egipto, Escorpio tuvo también otro símbolo, Typhon, un ser con dos colas de serpiente. Luego fue sustituido por el escorpión que se conoce actualmente y adoptado luego en la Mesopotamia y más tarde en Grecia.
Escorpio es el signo de la transmutación y se lo suele asociar con la muerte: algo debería morir para que pueda nacer lo nuevo. También se asocia al signo con la figura del ave Fénix.
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