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domingo,
21 de
octubre de
2007 |
En foco. Los acuerdos de precios y tasas
A una semana de las elecciones, el presidente Néstor Kirchner sigue operando sobre la agenda económica, que definitivamente se instaló en las últimas semanas como el punto de confrontación con los candidatos.
La semana anterior había sido el turno de la inflación, con los acuerdos firmados entre el gobierno y el sector supermercadista y distribuidores mayoristas para establecer rebajas de precios en una fantasmal lista de productos de consumo masivo.
En la semana que acaba de pasar, la lupa fue puesta sobre los bancos. Kirchner firmó un compromiso con el sector para que las entidades financieras desarrollen líneas de préstamos para consumo al 12% anual, para la producción al 9% y dispongan financiamiento a tasa cero para las tarjetas de créditos a 12 y 24 meses de plazo.
Por supuesto, y como en el caso anterior, los nuevos productos a costo más bajos no terminan de tomar forma en las sucursales bancarias. La cara más preocupante de los anuncios, en todo caso, es la canilla que abrió el Banco Central para llenar de pesos a las casas bancarias a tasas reducidas. Un regalo de liquidez que difícilmente se traduzca en su totalidad al préstamo por parte de los bancos, con lo cual terminará pareciéndose mucho a un subsidio.
Por el lado del gobierno, las últimas movidas de Kirchner apuntan menos a lograr que los anuncios se verifiquen en la realidad que a retomar la ofensiva en la agenda económica de las elecciones, revalidando un estilo que lo ha hecho popular. La imagen de poderosos empresarios “subordinándose al poder civil”, aunque sea para la foto, no deja de ser una imagen diferencial de este gobierno y probablemente irrepetible en futuras administraciones. Que efectivamente bajen los precios o que se pueda acceder a créditos a tasas bajas, es otra cosa.
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