|
domingo,
21 de
octubre de
2007 |
Servicios: hay que bajar subsidios
Negociar con el Club de París, hacer una nueva oferta a los bonistas, reducir los subsidios a las empresas prestadoras de servicios públicos y convertirlos en ayudas selectivas a los usuarios de menor poder adquisitivo, son algunas de las propuestas de Prat Gay.
Deuda: hay que sentarse a discutir con el Club de París. Simplemente hay que encontrar la manera menos dañina de que participe el Fondo. El error de este gobierno fue doble: no discutir con ese organismo cuando había un acuerdo, y eso fue la decisión esencialmente de Lavagna, y haber relevado con un pago anticipado de 10 mil millones de dólares qué valor le asigna la Argentina a no tener un acuerdo con el Fondo. Entonces hoy el Fondo está agrandado porque sabe que tiene un poder de negociación que antes no tenía. Para un gobierno de Carrió la intervención del Fondo no sería un problema porque va a haber consistencia presupuestaria y económica, con lo cual podrá superar cualquier control. La otra parte de la deuda que habría que encarar es al que quedó fuera del canje. La propuesta es hacer una oferta mucho menos generosa que la de Lavagna y Kirchner en ese momento. Hoy no tener normalizado el tema de la deuda cuesta muy caro. El Banco Central tiene que hacer un manejo muy particular de las reservas. El gobierno nacional puede emitir deuda solamente en la jurisdicción local, lo cual para el inversor externo es dudoso, entonces termina pagando una tasa de interés mas alta.
Servicios públicos: el precio y la calidad de los servicios públicos están íntimamente ligados a los subsidios. Hoy se está en el peor de los mundos porque hay subsidios por casi 15 mil millones de pesos que están orientados a la oferta. Las empresas no tienen ningún incentivo para mejorar la calidad. No hay prácticamente inversión y el sistema está en los límites. Pero además de ineficiente es inequitativo, porque al estar orientado a la oferta se benefician todos los consumidores, hasta los que pueden pagar una tarifa mayor. Por eso la propuesta es subsidiar a la demanda y no a la oferta, bajar el monto del subsidio, y enfocarlo exclusivamente en aquellos que más lo necesitan y menos tienen.
Alimentos: el gobierno de Carrió va a intervenir lo menos posible en los mercados agropecuarios. Se va a dejar en paz al campo. Pero esto no puede implicar una explosión en el precio de los alimentos. Con reglas claras y un horizonte de reducción de las retenciones, se pueden acordar medidas para que haya un shock de oferta.
enviar nota por e-mail
|
|
|