Cristina buscará lograr un gran acuerdo social

La candidata presidencial por el Frente para la Victoria, Cristina Fernández de Kirchner, propone un “gran acuerdo social” que no se limite a discutir precios y salarios sino metas físicas en materia de ocupación, crecimiento, exportaciones, recaudación y superávit. La propuesta de la candidata oficialista fue exhaustivamente analizada hace dos semanas en este suplemento, Ahora se reproducen algunos de los puntos más destacados.

Salarios más domesticados, ganancias menos ambiciosas y un Estado como garante de que estas condiciones puedan convivir en la Argentina son los puntos que aparecen como más visibles del denominado pacto o acuerdo social al que convoca Cristina.

La actual primera dama sostiene que es necesario mantener el tipo de cambio alto, aunque advierte que no es sustentable basarse por mucho tiempo en esa ventaja si no se complementa con innovación tecnológica y asegura que “el desafío es articular un acuerdo social donde cada sector de la producción pueda darle sustentabilidad en el tiempo al crecimiento”.

La candidata por el Frente para la Victoria advierte que para afrontar el desafío de crecer con sustentabilidad, cada uno debe cumplir su rol. “El rol del empresario es generar riqueza, valor, dar trabajo digno y en blanco, hay que trabajar para que se entienda que generar riqueza no es un pecado y ver al empresario como motor social”, advierte.

Al parecer, tanto los representantes sindicales como empresariales estarían dispuestos a sumarse al pacto social que propone la candidata del oficialismo, y así garantizaría la gobernabilidad de la Argentina.

Cristina de Kirchner imagina un pacto social entre el gobierno, sindicatos y empresarios en el que se fijarán aumentos de salarios, precios y compromisos de inversión y que todos ellos se mantengan estables por un lapso de dos o tres años.

Se crearía, además, un Consejo Económico Social según la experiencia del Pacto de La Moncloa en la España posfranquista que estaría integrado por empresarios, gremialistas y sectores universitarios, pero no por el Estado.

En suma, con el pacto social los sindicatos se comprometerían a respetar un nivel de salarios por el lapso convenido y los empresarios a fijar precios y compromisos de inversión. Dos situaciones que el gobierno quiere poner en marcha para evitar paros sindicales y crear un escenario previsible para la inversión, y así parar así la inflación.