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viernes,
28 de
septiembre de
2007 |
Crece la represión en la ex Birmania
El ejército mató en las calles a al menos nueve personas, entre ellas un fotógrafo japonés
Rangún.— Al menos nueve personas, incluido un fotógrafo japonés, murieron ayer durante la brutal represión de las protestas en la ex Birmania (Myanmar), mientras se teme que aumente la violencia en el país del sudeste asiático. El reportero gráfico, Kenji Nagai, de 50 años, fue alcanzado por un disparo del ejército birmano, que por segundo día consecutivo intentó disolver por la fuerza las manifestaciones a favor de la democracia en las calles de Rangún. Se trata de las mayores protestas contra la junta militar que gobierna la nación en casi 20 años.
Entretanto, en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, Francia y Gran Bretaña instaron a los vecinos de Myanmar a ejercer presión sobre el gobierno de ese país para que cese la represión, y se informó que la ex Birmania aceptó recibir a un enviado de la ONU. EEUU, por su parte, implementó ayer nuevas sanciones contra 14 altos funcionarios de la junta militar birmana, que incluyen el congelamiento de bienes y activos que esos individuos tienen dentro de la jurisdicción de EEUU, y prohíbe a los estadounidenses realizar transacciones o negocios con ellos.
Contra los periodistas. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón confirmó ayer que un fotógrafo japonés murió durante un operativo de las fuerzas de seguridad birmanas contra las manifestaciones. “Protestaremos ante el gobierno de Myanmar y buscaremos que se aclare la verdad”, dijo el secretario del jefe de gabinete nipón, Nobutaka Machimura.
En tanto, dos periodistas japoneses fueron expulsados el miércoles de Rangún, dijo una autoridad a la agencia de noticias Kyodo. Myanmar rara vez emite visas de trabajo para periodistas, y las embajadas de Rangún en todo el mundo son conocidas por mantener listas negras de reporteros a quienes constantemente se les niega permisos para turistas.
La manifestación más multitudinaria de ayer tuvo lugar cerca de la pagoda Sule —uno de los principales centros de la resistencia pacífica de los monjes budistas—, blindada por las fuerzas de seguridad. Allí se reunieron de nuevo unos 10.000 manifestantes para protestar contra el régimen militar que gobierna el país desde hace 45 años.
Los manifestantes huyeron cuando el ejército amenazó con realizar “acciones extremas”. Se sospecha que el fotógrafo japonés murió durante el fuego abierto entonces por los soldados.
En el mismo lugar, la policía disparó por la tarde gases lacrimógenos contra una multitud que había vuelto a reunirse.
Arrestos y golpizas. Los incidentes se produjeron tras la brutal represión del miércoles, que se saldó con hasta ocho muertos en las calles de Rangún. Al contrario de lo que ocurrió en los últimos días, sólo unos pocos monjes salieron ayer a la calle, debido a que más de 100 fueron arrestados en redadas durante la noche del miércoles. Testigos afirmaron que éstos gritaban mientras la policía los golpeaba y sacaba de los monasterios.
Las autoridades detuvieron también a dos líderes del principal partido de la oposición, la Liga Nacional para la Democracia, de la premio Nobel de la Paz Aaung San Suu Kyi, en arresto domiciliario desde hace más de una década. l
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Fotos
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La foto capta justo el momento en que el reportero gráfico japonés es ultimado por un soldado.
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