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 viernes, 28 de septiembre de 2007  
El presidente iraní selló una alianza estratégica con Chávez y Evo Morales
Ahmadineyad suscribió millonarios convenios durante su visita relámpago a Bolivia y Venezuela. En un discurso en La Paz defendió el uso pacífico de la energía nuclear y un mundo multipolar

La Paz. — El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, suscribió con su colega boliviano Evo Morales millonarios convenios de cooperación por 1.100 millones de dólares, y puso la piedra basal de un complejo petroquímico con su principal aliado en la región, el venezolano Hugo Chávez.

   La defensa de la paz y el rechazo a la guerra emergieron en el centro de los discursos con que Ahmadineyad y Evo Morales saludaron un “acuerdo marco” y tres convenios sectoriales suscritos durante la breve primera visita de un líder islámico a La Paz. También decidieron conformar un mecanismo de consulta permanente para conformar “un mundo multipolar” en base a sus afinidades ideológicas.

   El encuentro, bajo estrictas medidas de seguridad, se produjo en la misma semana en que ambos gobernantes hicieron duras críticas al capitalismo y al imperialismo estadounidense, al hablar en Nueva York en la Asamblea General de la ONU. “Hemos decidido esforzarnos dentro de la paz y la seguridad de todos los pueblos”, dijo mediante un intérprete Ahmadineyad, centro de una controversia internacional por su negativa a suspender el enriquecimiento de uranio, material básico para las armas nucleares.

   En una declaración conjunta, ambos presidentes respaldaron “el desarrollo de energía nuclear con fines pacíficos en el marco del tratado de no proliferación de armas atómicas”.



Decisión soberana. Morales defendió la decisión “soberana” de fortalecer relaciones con Irán pese a la “preocupación” expresada por Washington y a las denuncias internas de la oposición, sobre que tal paso habría sido instruido por su aliado Chávez.

   “La comunidad internacional puede estar segura de que la política exterior de Bolivia está orientada firmemente a buscar la paz, con igualdad y justicia social, mediante el diálogo y el entendimiento”, dijo Morales en un discurso leído y no improvisado como es habitual en él. “Son las palabras y no las armas las que tienen que guiar nuestras relaciones internacionales”, sostuvo, aunque advirtió que “los pueblos tienen el derecho de defender lo que les pertenece” y que es inaceptable “que a nombre de la paz se imponga el criterio del más fuerte o el abuso del más poderoso”.

   Morales, reiterando que Bolivia “nunca promoverá la guerra ni se preparará para ella”, aseguró que ahora se abre para la nación “el camino hacia el Medio Oriente, construyendo relaciones diplomáticas y comerciales”.

   Ahmadineyad y Morales firmaron un “acuerdo marco” y una declaración en la que acordaron desarrollar un intenso diálogo político y programas de cooperación en hidrocarburos, minería, industria, agricultura, infraestructura, desarrollo forestal, cultura y tecnología.



Ambiciosos acuerdos. En un acuerdo a nivel de ministros, ambos países decidieron ejecutar una amplia cooperación energética mediante empresas mixtas que realicen inversiones en toda la cadena de hidrocarburos y encaren también proyectos hidroeléctricos. Una fuente oficial boliviana dijo previamente que Irán está interesado en construir un gasoducto de 1.000 millones de dólares entre los yacimientos del distrito sureño de Tarija y las ciudades de La Paz y El Alto, atravesando casi todo el altiplano occidental boliviano fronterizo con Chile y Perú.



“Gracias a Dios”. Otros dos convenios sectoriales estaban referidos a los campos agropecuario y de microempresas, incluida la instalación de una red de siete plantas industriales de leche. “Quiero agradecer a Dios y gritar en voz alta que el gobierno y el pueblo de Irán siempre y para siempre estarán a lado del pueblo boliviano”, dijo un emocionado Ahmadineyad, quien fue recibido en Bolivia con los máximos honores de Estado.

   El primer presidente iraní en visitar el país sudamericano fue vitoreado por varios centenares en las cercanías del aeropuerto y en las inmediaciones del palacio gubernamental. Las medidas de seguridad fueron extraordinarias.

   Tras la visita a Bolivia, Ahmadineyad viajó a Venezuela para reunirse con Chávez, su principal aliado en Sudamérica. El líder islámico puso allí la piedra basal de un complejo petroquímico binacional. l
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El presidente Evo Morales y su colega iraní suscribieron acuerdos para restablecer relaciones diplomáticas y convenios de cooperación energética por 1.100 millones de dólares.

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