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jueves,
02 de
agosto de
2007 |
Con el traje de Maradona
Lionel Messi sorprendió al mundo con los dos golazos que convirtió luciendo la camiseta de Barcelona. Ambos fueron similares a los que hizo el gran Diego en México 86 ante los ingleses. Uno apilando rivales desde la mitad de la cancha y el otro apelando a la mano de Dios, sin que el árbitro lo advirtiera.
—Después de hacer dos golazos similares a los de Maradona, ¿firmaste más autógrafos que antes?
—(Risas) No. Igual que siempre. Cada vez que vengo a Rosario la gente me trata de una manera excelente.
—Hay miles de goles por fin de semana en todo el planeta y no es sólo casualidad que vos hicieras estas obras maestras. ¿Cómo fue hacer goles parecidos a los dos mejores que hizo Maradona, el máximo jugador de la historia?
—Sinceramente no me puse a pensar en eso. No le dí importancia. Se dio así y ya está. Los goles fueron muy parecidos. Nunca pensé en copiarlos. Mi vieja me dijo que acá partían la pantalla de la tele y daban simultáneamente el gol de Diego y el mío. Es algo muy lindo.
—¿Se puso celoso Ronaldinho?
—No. Al contrario. La relación diaria con él es diez puntos. Me sigue ayudando en todo. Me trata como un hermano menor y siempre le voy a estar agradecido, tanto a él como a todo el grupo de Barcelona.
—¿En Europa te imaginás en otro equipo que no sea Barcelona?
—La verdad que no. Este club me abrió las puertas cuando no tenía nada. Me ayudó muchísimo y aparte la gente me trata de maravilla. Nunca me quiero ir de ahí.
—¿Cuál es la meta del club?
—La misma de todo principio de torneo: ganar todo lo que juguemos. La temporada pasada se nos escaparon dos títulos (Liga y Copa del Rey) que los teníamos prácticamente en la mano. Llegaron refuerzos para poder ser campeones.
—No te paraliza jugar con presión.
—Para nada. Es linda la presión de buscar un campeonato. l
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