La intimidad de un superhéroe

Lionel Messi recibió a Ovación rodeado de sus afectos en su búnker de la zona sur

Lucas Vitantonio / Ovación

El misterio que despiertan los superhéroes bien podría ajustarse a la imagen de Lionel Messi. El fenómeno rosarino combina dos caras contrapuestas, según los escenarios donde se desenvuelve. En la intimidad de sus afectos es un pibe tímido, pide que le preparen milanesas a la napolitana y juega con sus sobrinos a la pelota en la vereda. Claro que esta tranquilidad se trastoca cuando se calza la camiseta de Barcelona o de la selección y salta a la cancha. Allí se torna imparable para los rivales y se anima a realizar piruetas increíbles. Lo más sorprendente fueron los dos goles que convirtió en el club azulgrana idénticos a los que hizo Maradona en México ante Inglaterra. Rosario tiene su superhéroe y por estos días está suelto entre nosotros.

  Messi volvió de la Copa América y está de vacaciones en Rosario hasta el 6 de agosto, fecha en que partirá para sumarse a Barcelona. Lio recibió a Ovacion rodeado de sus afectos en la casa de su tía de la zona sur y habló de todo. La intimidad, la selección, la obligación de ganar todo con el Barsa, los dos golazos que deslumbraron al mundo y la admiración por Maradona.

  —¿Cómo es un día ahora que estás de vacaciones?

  —Hago una vida normal, igual a la de cualquier persona. Ahora no tengo horario para despertarme. Almuerzo en mi casa o la de mi tía. Estoy todo el día con amigos y en familia.

  —Para tu familia debe ser una fiesta cada vez que volvés a Rosario.

  —Sí. Estoy poco tiempo acá y después no nos vemos por varios meses. Tengo la suerte de que me miman muchísimo.

  —¿Pedís alguna comida especial, de esas que en Barcelona son difíciles de conseguir?

  —No. En España tengo a mi hermano y a mi viejo que cocinan muy bien. En Barcelona hay restaurantes que exportan carne argentina y se comen buenos asados igual que acá. En Rosario prefiero las milanesas a la napolitana y las pastas.

  —Hace unos días festejaste el cumpleaños número 20. ¿Cómo fue la fiesta?

  —Todo salió diez puntos. Me reuní con amigos y familiares como siempre. Nos divertimos muchísimo.

  —¿Cuál es la música que preferís escuchar en las concentraciones o en los ratos libres?

  —Cumbia. Siempre escuché este ritmo por influencia de mis hermanos y primos. Me gusta Sergio Torres y el grupo Cali.

  —¿De vacaciones podés estar sin tocar la pelota o se te hace imposible alejarte de la redonda?

  —Estoy todos los días jugando con mis primos y sobrinos en la puerta de casa. Los pibes de la familia juegan bien. Me encanta patear en la calle como lo hice siempre.

  —En la play station, ¿cómo definís al jugador que representa a Messi?

  —Es bastante más rápido que yo (risas).

  —¿No debe ser común ser el personaje de un videojuego?

  —Ahora me acostumbré. Al principio me sorprendió. Lo miraba y me reía cuando jugaba con mi hermano.

  —¿En Rosario qué es lo que podés hacer? ¿Se te complica ir a ciertos lugares a determinada hora?

  —Intento hacer todo lo que quiero. Igual siempre priorizo estar tranquilo con mi gente y no salir a sitios muy concurridos.

  —¿En España hay relación con los compañeros luego de los entrenamientos?

  —Es poco el contacto porque muchos tienen la familia. Igual a veces nos encontramos con algunos integrantes del plantel.

  —¿En qué se parecen y en qué se diferencian Barcelona y Rosario?

  —No sé. Yo estoy bien en los dos lados, me encantan las dos ciudades. Son muy diferentes en cuanto a infraestructura. Cada una tiene cosas lindas y feas.

  —¿Los domingos después de los partidos en España te invade la nostalgia y te gustaría estar en Rosario?

  —Seguro. Sobre todo porque ese día está todo cerrado. Allá también estoy con mi gente, pero acá tengo muchas personas que quiero.

  —¿Te ponés a pensar en el después de ser futbolista? ¿Te gustaría ser director técnico?

  —Todavía no. No pienso ni en lo que voy a hacer mañana. Vivo el día a día. Algo que sí me gustaría es cumplir el sueño de jugar un clásico Newell’s-Central.

  —Qué mensaje les podés dar a los pibes que recién empiezan. ¿Pueden llegar al primer nivel?

  —Seguro. Les digo que jueguen al fútbol, que se diviertan. Con trabajo y sacrificio se puede lograr lo que se quiere. Así me sucedió a mí. Hay que luchar por los sueños. l

Lio, en la casa de su tía. "Cuando estoy de vacaciones hago una vida normal", dijo.