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jueves,
02 de
agosto de
2007 |
Atribuyen a un desperfecto técnico el accidente aéreo en San Pablo
n n Una comisión del Congreso de Brasil relativizó que un error humano causara la tragedia. n n Las cajas negras revelan los últimos y dramáticos diálogos de los pilotos antes de estrellarse
Brasilia. — Una falla mecánica cobró fuerza ayer como posible causa del accidente ocurrido el pasado 17 de julio con un Airbus A320 de TAM, que se estrelló en San Pablo y causó la muerte de al menos 199 personas, y prevalece incluso sobre la hipótesis de un error humano, informó ayer la Cámara de Diputados de Brasil. Según el diputado Marco Maia, del gubernamental Partido de los Trabajadores (PT), después de oír la transcripción del diálogo que mantuvieron los pilotos minutos antes de que la aeronave patinara al intentar aterrizar en la pista principal de Congonhas y se estrellara, queda claro que hubo una falla en el equipamiento. “Está claro que los pilotos no consiguieron frenar ni intentaron «arremeter» (levantar vuelo nuevamente). No descartaría ninguna hipótesis, pero la falla en los equipamientos fue mayor y más preponderante para el accidente que la falla humana. Tenemos informaciones de las cajas negras que precisan ser analizadas”, dijo Maia. El diputado Miguel Martini, que es controlador de vuelo, explicó que normalmente el avión tiene cuatro tipos de frenos. Dos son aerodinámicos, los “spoiler” y los “flaps”, que se ubican encima y debajo de las alas del avión, respectivamente. En el avión accidentado, los “spoiler” no estaban funcionando. Los otros dos tipos de frenos son los mecánicos, que traban las ruedas, y los reversos, localizados en las turbinas. En el Airbus sólo estaba activado el reverso de la izquierda.
Pista peligrosa. Martini, del Partido Humanista de la Solidaridad (PHS), aliado del gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, puntualizó además que la pista central de Congonhas es corta y que estaba mojada y resbaladiza, dato que fue advertido a los pilotos por la torre de control. “En esa configuración de pista corta y mojada, se precisa de dos reversos, spoiler y freno mecánico”, señaló.
Desesperación. La transcripción de las grabaciones de voz de la cabina de comando revela la desesperación que se apoderó de la tripulación cuando intentó, sin conseguirlo, frenar la aeronave tras tocar la pista. “Mira eso. Desacelera, desacelera, desacelera”, grita el copiloto. “No puedo, no puedo”, responde el piloto. “Oh Dios Oh Dios”, agrega. “Acelera, dobla, dobla, dobla”, es lo último que dice el copiloto antes de que se escuche el ruido del choque contra el depósito. “Ah, no”, llega a decir el piloto antes que se escuchen los gritos de la tripulación y de los pasajeros, junto a más ruidos del choque.
Sin embargo, informaciones de la caja negra que registra los datos del avión, divulgadas ayer por el diario Folha de Sao Paulo, indican que una de las causas del accidente fue un error cometido por el piloto, quien al aterrizar habría puesto la palanca de la turbina derecha del avión en posición de aceleración, cuando debería haber estado en punto muerto, como estaba la de la turbina izquierda. Al aterrizar, los sistemas electrónicos del avión habrían interpretado esa contradicción entre ambas palancas como una intención del piloto de acelerar y no de frenar, y las turbinas procedieron a acelerar automáticamente.
Otro posible error del piloto, que pudo haber provocado la aceleración anormal del avión es, según el rotativo, el hecho de que sólo el reversor —equipo que ayuda a frenar— de la turbina izquierda estaba colocado en posición “máxima”, cuando los reversores de ambos motores deben estar en esa posición, aunque uno de ellos, como en este caso el derecho, estuviera inactivo.
Días antes del accidente había sido detectado un problema en el sistema hidráulico del reversor derecho de la aeronave y éste había sido desactivado. La cúpula directiva de TAM dijo al respecto que, según los manuales de Airbus, el avión puede continuar funcionando con uno de los reversores desactivados hasta diez días después de detectado el desperfecto sin que se corran riesgos de accidente.
Mal posicionadas. En ese sentido, el diputado Ivan Valenta, del opositor Partido Socialismo y Libertad (PSOL, de ultraizquierda), afirmó que los datos de las cajas negras confirman que las palancas de las turbinas estaban en posiciones contrarias, y que ese dato lleva a dos hipótesis: que hubo un error humano al posicionar mal una de las palancas, o que la palanca estaba bien posicionada pero falló el lector electrónico del avión, interpretando que debía acelerar y no desacelerarlo.
El accidente del vuelo 3054 de Tam —la peor tragedia de la historia de la aviación brasileña— agudizó una crisis que se arrastraba desde septiembre, cuando la caída en la Amazonia de un Boeing 737-800 de la aerolínea Gol (que causó la muerte a 154 personas), desnudó graves problemas en el sistema aéreo del país y desató un caos en los aeropuertos.
El presidente Lula sustituyó al ministro de Defensa y nombró al ex titular de Justicia, Nelson Jobim, quien ha prometido mano firme para poner fin a la crisis. La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) posee un fuerte peso en la aeronáutica civil, teniendo bajo su responsabilidad la labor de los controladores de vuelo, quienes realizaron protestas luego de que se les atribuyera una responsabilidad en el accidente del avión de Gol. l
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En avión de la aerolínea TAM similar al que se estrelló en el aeropuerto paulista de Congonhas, matando a 199 personas.
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