Francia: Los espejos del mundo

El Palacio de Versalles abrió nuevamente las puertas de una de las salas más bellas del planeta

Sonia Lucía Díaz

El Palacio de Versalles, inscrito en el listado de las obras maestras del patrimonio mundial, reabrió hace unas semanas las puertas del Salón de los Espejos. La famosa sala, considerada la joya del palacio, es donde se firmó el Tratado que puso fin a la Primera Guerra Mundial. Fue recientemente restaurada en un trabajo que duró casi tres años con el fin de reemplazar 84 de sus espejos por otros del mismo período sin que ninguno se rompiera durante el trabajo. Uno de los principales retos fue la restauración del techo de Charles Le Brun que relata momentos importantes del reinado de Luis XIV, quien mandó construir el palacio como monumento a su propia gloria.

La renovación costó16 millones de dólares. Financiada por la constructora francesa Vinci, fue calificada como el mayor patrocinio cultural jamás conocido por una empresa privada en Francia, donde tradicionalmente trabajos como este han sido siempre pagados por el Estado.

El palacio constituye un conjunto paisajístico y monumental de sólo tres siglos. Recién al visitar su rico interior o paseando por los amplios jardines, se comprende por qué es el castillo por excelencia, orgullo del reinado del Rey Sol. Su riqueza radica en ofrecer la imagen misma del palacio perfecto, que se impone desde que se atraviesan sus puertas. Quienes lo visitan se llevan el placer de haber experimentado la idea de castillo en su forma más completa, es una experiencia profunda y simple al mismo tiempo.

Imaginado por el rey

Versalles refleja un designio, fue imaginado por el rey que tenía la opinión más elevada de la realeza de toda Europa: Luis XIV, y sirvió de marco a la monarquía francesa en tiempos de su mayor esplendor y poderío en Europa.

En Versalles el visitante quedará fascinado por la poesía tangible que transmiten la unidad de los deseos de un rey y la perfección de la arquitectura en conjunción con el entorno.

El palacio y los jardines constituyen la más bella y completa realización del arte francés del siglo XVII. El antiguo pabellón de caza de Luis XIII fue transformado y ampliado por su hijo Luis XIV, quien instaló allí la sede de la corte y el gobierno de Francia, construyendo el palacio más grande de Europa, con capacidad para 20 mil personas simultáneamente. En los predios se incluyen los palacios de Trianon y la Aldea de la Reina. La ciudad edificada alrededor del palacio es testigo de este rico pasado.

Actualmente Versalles es un museo y podemos contentarnos con admirar una de las arquitecturas más armoniosas que existen, las obras maestras de la pintura, el mobiliario y los famosos jardines.

Pero hay algo más, la concepción de arte total, en el que cada una de las obras renuncia a su individualismo genial para contribuir a lo sublime de la concepción general.

Basta que Versalles sea escenario de ceremonias o festivales para que la elegancia de los trajes y alhajas, los soldados rindiendo honores, los espectáculos, la música, los fuegos artificiales y los juegos de agua creen de inmediato una armonía soberana y se note que las obras maestras fueron creadas exactamente para esos momentos extraordinarios.

Caminatas nocturnas

Para darles marco a los festejos de la reapertura del Salón de los Espejos, hasta el 18 de agosto próximo, se organizan caminatas nocturnas por los jardines, en un paisaje de ensueños con final de fuegos artificiales en el Gran Canal; se realizarán hasta fin de año festivales semanales de música electropop, también en los jardines principales; se lleva a cabo hasta el 30 de septiembre próximo el festival de Las Grandes Aguas, que ofrece la impactante magia de las fuentes del castillo francés.

Para los amantes del ballet, el England National Ballet interpreta el

" El lago de los cisnes" durante este verano europeo. El castillo ofrece el escenario perfecto para este espectáculo reflejando cuarenta cisnes en la fuente de Neptuno, recreando el clima de la Corte del Rey Sol.

El gran evento tendrá lugar a finales del corriente año con una exhibición del esplendor de los muebles y la platería de la corte del Rey Sol en el Salón de los Espejos.

Los visitantes tendrán la oportunidad de disfrutar el brillo de los candelabros de plata en los espejos de la sala y muebles que pertenecieron al palacio y serán prestados para la muestra por diferentes cortes de Europa.

Quienes asisten participan de la fiesta que implica transportarse a un punto en el que se olvidan los avatares de la existencia y el tiempo vivido procura armonía y placer a los sentidos y al espíritu. No se trata de contemplar pasivamente, sino de vivenciar el arte.

A los viajeros se les aconseja que no abandonen el castillo sin hacer un alto en el café restaurante La Flotille, ubicado en los jardines del palacio, el más bello e imponente museo de escultura al aire libre del siglo XVII.

El sol, la cercanía del agua y las barcas, el palacio a la izquierda y el Gran Canal a la derecha harán que una copa del excelente vino de la casa, acompañada de una de las glorias de Francia, los quesos, resulten una experiencia difícil de olvidar.

Datos útiles

Horarios para visitar el castillo: de martes a domingos de 9 a 18.30. Costo de admisión: adultos 13,50 euros; menores de 18 años: gratis. Audio guía: 4,50 euros.

Cómo llegar a Versalles: en tren: RER líneas C y Sncf; en bus: línea 171 Ratp y en auto por motorway A13 dirección Rouen, salida Versalles Chateau, con estacionamiento en Place d´Armes.

Informes: Los interesados en obtener mayor información podrán contactarse con la página oficial, www.chateauversailles.fr. Festivales: o bien obtener más datos en la ciudad de París al teléfono 47838406.

Para comprar las entradas a los diferentes eventos: www.chateauversallesspectacles.fr.

El palacio es una de las obras maestras de la arquitectura.