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 domingo, 29 de julio de 2007  
Una lista de candidatos que no tiene reutemistas
Adriana Cavutto, la única dirigente cercana al Lole que integra la grilla, está en el noveno lugar

Jorge Sansó de la Madrid / La Capital

El oficialismo santafesino muestra un rostro pacífico y, al estar de los resultados de las primarias del 1º de julio, sonriente. Agustín Rossi, el derrotado aspirante a la gobernación, se ha convertido en una especie de muy comedido relacionista público de su verdugo, Rafael Bielsa. Aunque algo sobreactuado, de cierta eficacia a la hora de simbolizar esa unidad casi inédita. Sin embargo, todos se preguntan: ¿por qué Carlos Reutemann no dejó su sello en la lista para diputados nacionales? Que ningún dirigente vinculado al Lole aparezca en los primeros lugares de la nómina es un hecho inédito desde 1991 hasta hoy (ver página 33).

   El vaticinio de que la inhumación de la ley de lemas sumiría a los partidos políticos, principalmente al PJ, en encarnizados enfrentamientos como aquellos célebres en las décadas del 70 y el 80 lleva estampado en su lápida el nombre de Rossi como presidente del club de fans de Bielsa.

   Pero es en la Casa Gris, donde la satisfacción burbujea en cada poro, Jorge Obeid se jugó a derogar la demonizada ley de lemas pese a que los legisladores reutemistas le advirtieran, de todos los modos posibles, el peligro que ello entrañaría a las chances partidarias de perdurar en el poder.

   Obeidistas y reutemistas dejaron entonces de pelear entre sí porque, prácticamente, también dejaron de hablarse.

   La consumación del silencioso divorcio, obligó a Obeid a prohijar un candidato a la sucesión y —como se adelantara oportunamente en este diario— a jugar su propio nombre. El pedido del presidente para que encabece la lista de diputados nacionales no sólo echa por tierra los planes del gobernador (Obeid comentó que quería ser embajador en Cuba) puede leerse como un reconocimiento tanto como una ineludible exigencia.

   En cualquier caso, la responsabilidad seguirá siendo del gobernador que cambió las reglas del juego. La Casa Rosada no se inmiscuirá en la interna provincial y el reutemismo seguirá ausente hasta el 2 de septiembre a la noche. La prueba de ello fue que en Rufino, Kirchner respaldó a Bielsa, pero no dejó de abrazarse con Hermes Binner con quien no ha cortado nunca (quede claro) el diálogo directo, personal y discretamente recíproco que ambos mantienen.

   En ese marco, se inscribe la foto que concediera al candidato peronista a la intendencia de Santa Fe que inquieta Bielsa: Oscar Cachi Martínez. Kirchner sabe que en la provincia de Santa Fe se puede ganar una elección perdiendo en la ciudad de Rosario pero no perdiendo también en la ciudad de Santa Fe.

   Seis veces los peronistas perdieron en la ciudad de Rosario, pero ganaron en la capital provincial desde 1983 hasta ahora. Cuatro veces los radicales y una los socialistas ganaron Rosario y perdieron Santa Fe.

   Si los 45 mil votos que Martínez obtuvo el 1º de julio por fuera del PJ no van a Bielsa el 2 de septiembre, ello podría ser letal para la suerte provincial oficialista. El PJ perdería, además, la senaduría del departamento La Capital, otro símbolo poderoso.

   Kirchner le entregó a Martínez una encuesta de Julio Aurelio en la que registra 39 puntos. Es decir, con chances enormes de dirimir la intendencia santafesina con el candidato del Frente Progresista, Mario Barletta. A su regreso a Santa Fe fue Carlos Reutemann quien alentó a Martínez a seguir caminando la ciudad y a esforzarse por ganar.

   El contraste entre la inédita “unidad” que permitió a comienzos de semana presentar una lista de aspirantes a la diputación nacional armada pacíficamente con el concurso de la mayoría de los sectores del peronismo y al peronista que por fuera del peronismo fue el que más votos obtuvo en el principal bastión electoral provincial de ese partido convertido en una especie de ícono kirchnerista y hasta, se diría, reutemista, mueve a interrogantes.

   Así como el legendario líder de UPCN, Alberto Maguid, está enojado porque pese a sus aportes a la campaña de Rossi, éste lo dejó fuera de la lista de diputados nacional para conchabar a su hermano Alejandro o darle el quinto lugar a la gremialista de Amsafé, Estela Michalek (gremio adversario tradicional de UPCN), los reutemistas (también el Lole) refrescaron las furibundas críticas que Michalek les prodigara cuando estaba al frente de delegación Rosario del gremio docente.

   En esa lista que encabeza Jorge Obeid por orden de Kirchner, el único nombre reutemista aparece recién en noveno lugar: el de Adriana Cavutto. Pero la actual diputada provincial niega que allí la pusiera Reutemann y dado el lugar tan poco expectante (se renuevan 10 bancas y para el PJ lograr 5 sería casi milagroso) afirma que ha pensado, incluso, en renunciar.

   El caso de Cavutto abona la tesis de que el reutemismo sin Reutemann no existe. La pregunta es qué significa la ausencia de Reutemann, además del enojo personal porque le pidieron que se sume a la campaña pero no lo convocaron para el armado de la lista. Historias oficiales que se despejarán con el tiempo.


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