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 domingo, 29 de julio de 2007  
Sobre el final, Román González casi desata un escándalo

Río de Janeiro (Brasil).- El pivote argentino Román González casi protagoniza un escándalo en la finalización del partido que su seleccionado de básquetbol perdió por 99-93, cuando un particular del equipo ganador, Uruguay, lo provocó apenas concluido el choque por la medalla de bronce de estos Juegos Panamericanos Río de Janeiro 2007.

La situación comenzó cuando una persona (sería tío del alero de Racing Pedro Echagüe en el TNA argentino, Leandro García Morales) le arrojó un vaso de agua en la cabeza al gigante argentino.

González, mientras se consumían los segundos finales del partido y el triunfo uruguayo parecía garantizado, empañó todo lo bueno que había hecho en el campeonato y respondió la agresión arrojando otro vaso de agua.

Entonces, el hombre redobló la apuesta y, con una bandera del club Nacional, aplicó otro gesto inadecuado: se mostró y restregó los genitales delante del jugador argentino.

El comportamiento encendió la mecha y, cuando ambos se dirigían hacia la zona de vestuarios, González apuró el paso para interceptar a su burlador.

Fue allí, en la zona mixta de prensa, cuando se produjo la agresión del pivote hacia el uruguayo, que tuvo mucha suerte de no recibir más de un impacto y luego fue liberado por voluntarios y personal de seguridad presente en la zona.

A todo esto, González, Martín Leiva y Luis Cequeira (los más exaltados) eran conducidos a la zona de vestuarios por los demás compañeros e integrantes del cuerpo técnico argentino. Todo con el objetivo de no sumar más conductas bochornosas.

El entrenador argentino, Gonzalo García, intentó poner paños fríos a la situación, no quiso hablar de “escándalo”, pero remarcó que González tuvo “una reacción que no es propia de un profesional”.

Por su parte, el presidente de la Confederación Argentina de Básquetbol, Horacio Muratore, tampoco defendió al pivote, pero solicitó a la prensa que tuviera “comprensión” por lo que había pasado.

“La reacción es censurable, pero se entiende como lógica por la provocación de ese hincha uruguayo”, explicó el dirigente tucumano, apenas terminado el partido.

Una versión periodística da cuenta de que la provocación del hincha tiene relación con algunas declaraciones formuladas por González a la prensa uruguaya, una vez terminados los encuentros preparatorios que ambos equipos sostuvieron en Montevideo, antes del comienzo de los Juegos. En aquellos dos choques (como también en Chile en un cuadrangular amistoso), Uruguay le ganó a la Argentina y el pivote habría manifestado: “Uruguay puede ganar estos partidos de práctica, pero no por los porotos...”, remarcaba el pivote.

Ese comentario habría motivado la posterior reacción del particular hacia la figura del valor que llevó la camiseta número 10 en el seleccionado argentino. (Télam)


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