|
domingo,
29 de
julio de
2007 |
Rafaela vive la gran fiesta del Turismo Carretera
Gustavo Conti / Ovación
Ninguna otra cosa que una sana envidia. Esa lectura del espectáculo del TC es la primera que un tuerca rosarino debe hacerse. Porque parece mentira que una ciudad pionera en tantas otras cuestiones aún no pueda organizar un evento de esta envergadura, que a pocos más de 200 kilómetros brillo ayer en el día previo a la final en el óvalo de Rafaela. Verlo, vivirlo y aprender como trasladarlo a un autódromo que necesariamente debe ser revaluado debiera ser la visión de nuevo emprendedores, que no podrán dejar de palpar la pasión que mueve y le negocio que obviamente genera.
Si el parámetro fue la multitud que ayer se congregó en el circuito más veloz y emocionante del país, es difícil prever donde ingresarán los que seguramente se agregarán hoy cuando el Turismo Carretera inicie, a partir de las 12.50, la décima final de una temporada monopolizada como pocas veces, tanto que bien podría llamarse “Fórmula Ledesma” (ver aparte).
Quedó claro que a partir de la cancelación de las carreras en rutas, el TC fue ganando en organización y lejos de perder su escencia consolidó una marca registrada pensando en su principal cliente: el espectador. Y si como muestra basta el fervor de la marea humana que se instaló en el circuto desde el jueves, se puede concluir que no le viene errando. Desde el combo familiar para la entrada, hasta los espacios para instalar autos y carpas, pasando por los numerosos puestos de venta de todo el merchandaising de la categoría, todo parece ideado para satisfacer la demanda.
Claro que en Rafaela también se pensó en la comodidad de pilotos y mecánicos y se fijó una entrada a boxes alta, en 160 pesos, para disminuir la circulación en ese sector, puesto que a diferencia de la Fórmula Uno, por ejemplo, durante las clasificaciones está permitida la circulación por ese sector. Las autoridaes del autódromo, propiedad del Club Atlético Rafaela, estimaron que sólo ayer pasaron más de 40 mil almas. Y si se piensa que se cubrieron desde el viernes las 1.250 plazas hoteleras de la ciudad (y la de las vecinas como Sunchales y Esperanza) y que las ganancias estimadas desde el municipio rondan los 3 millones de pesos por la actividad comercial que se genera no es difícil intuir la movida que podría provocar en Rosario.
¡Ahh! Y eso pese a que los enloquecidos fanas de Chevrolet festejaron ayer el doblete de Ledesma y Rossi, los más resignados de Ford, sobre todo (por la pole que le virlaron a Aventín), Dodge (por la mala tarde de Fontana), y Torino no arriaron sus banderas sino que las flamearon a la par. En este deporte, a diferencia de otros como el fútbol, eso se puede.
Con pronóstico de buen tiempo, como ayer, hoy la pasión despertará más temprano aún, con las series del TC y la final del TC Pista, como prólogo al plato fuerte. Ese que alguna vez, como la cercana Rafela o Paraná, podrá disfrutarse en Rosario. ¡Por que no!
enviar nota por e-mail
|
|
|