Jugueterías: negocio que se pone serio

Clarisa Ercolano / La Capital

A sólo una semana del Día del Niño, los empresarios locales del sector de juguetería festejan por anticipado. Alentados por las buenas perspectivas de la economía y el movimiento comercial, las empresas del rubro debieron solicitar este año personal temporario para atender la creciente demanda y según datos de la cámara que los nuclea, prevén un aumento de hasta el 35 por ciento en las ventas respecto del año anterior.

Más allá de las buenas rachas estacionales, la tendencia a nivel nacional indica que tanto los vendedores como fabricantes de juguetes pasan por un buen momento, una situación que también se refleja en Rosario donde los comerciantes esperan una explosión de ventas en la primera quincena de agosto.

Juan Benzi, titular de la Cámara de Jugueterías de Rosario, descree de los pronósticos que indican que cuando la gente debe ajustar su economía, el primer rubro que recorta es el esparcimiento. “Regalar es otra cosa, cuando uno regala se pone más contento que el que recibe, por eso la gente mientras puede compra”, dijo.

Los factores que alientan al consumo son una mayor ocupación y por ende, mayor dinero circulante. “Además, para los vecinos de otras ciudades Rosario se puso de moda”, indicó Benzi.

Igualmente, las tendencias de consumo cambian con el paso del tiempo. Desde la cámara reconocen que la juguetería se volvió un rubro que apunta cada vez a niños más pequeños. La computación y los juegos de PC ya llaman la atención de chicos desde los 6 años en adelante, por eso, Benzi dijo que “los fabricantes apuntan a artículos pensados para chicos pequeños y bebés”.



Menos importaciones

Tras la salida de la convertibilidad, la industria nacional creció, en primer lugar por el mayor consumo de productos hechos en el país y además porque la importación disminuyó significativamente. Igualmente, la tecnología no pudo sustituírse y los artículos con mecanismos sofisticados siguen viniendo del exterior.

Hoy en el país hay 90 fabricantes, en su mayoría empresas pymes. En sólo cinco años, la participación de este segmento en el mercado creció del 17 al 43% y el número de trabajadores ocupados suma más de 2.000. La reactivación favoreció además a otros ensambles de la cadena de producción como los plásticos, los productos textiles y metálicos y los insumos gráficos.

Pero no todas son buenas. Según los empresarios, la merma de la importación y las demoras que existen cuando los containers dejan la Aduana, la reposición se complica y los pedidos pueden demorar más de un mes. “Hoy no dan abasto las industrias ni los vendedores”, explican desde la cámara que además expuso su preocupación por la ley que limita el kilaje de juguetes que ingresan al país, que reparte lo que entra entre supermercados, cadenas de comida rápida y locales de todo plástico, además de las jugueterías y en muchas ocasiones genera faltantes.