Duele más hoy

Luis Alberto Yorlano

La derrota frente a Brasil en la final de la Copa de América duele más hoy. Tras varios días las cosas están más claras. A veces ir de punto en un partido clave es más beneficiosos que ir de banca. Argentina era banca. Tenía todos los jugadores a disposición del DT. Y las grandes figuras brasileñas le habían dado la espalda al proyecto de Dunga. Alfio Basile se confió demasiado. Apostó a la experiencia y abrió la concentración para los familiares de los jugadores. Parecía un cumpleaños en una casa quinta, mientras que Dunga los encerraba para reconfirmar los conceptos tácticos y concientizar que había que tener piernas para ir encima de Messi, Verón y Riquelme.

  Es cierto que cuando a los 4’ te meten un gol las cosas suelen cambiar. Pero es cierto también que cuando el rival marca bien, es conveniente tocar hasta descubrir los espacios. En las salidas y con el afán de encerrar a Brasil terminaron encerrando a los hombres que tenían la función de armar al equipo y al que debía encontrar el gol. Si bien el funcionamiento del equipo muchas veces produce buenos resultados, son los jugadores diferentes los que desequilibran. Pero Argentina fue previsible y reiterativa. Y caía en la trampa que le había fabricado Dunga. La pelota que preocupó fue cuando Messi, en la única jugada en la que pudo escapar de sus marcas, metió el centro atrás y Riquelme le metió el voleo y el palo le dijo no.

  Ofensivamente el equipo de Basile no produjo otra jugada de peligro y sumando a esto la desesperación hizo que terminara regalando el espacio para el contragolpe y cooperando para que Brasil se quedara con la Copa. l

(*) Fútbol sin trampas / Hoy a las 23