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domingo,
22 de
julio de
2007 |
La sacó de la galera
Pablo F. Mihal / La Capital
Sabido es que arrancar un proceso con el pie derecho siempre es bueno ya que ganando se respira otro ánimo y las falencias se pueden corregir con otras urgencias. Ayer, sin sobrarle nada, Atlético del Rosario venció a Belgrano Athletic 19-17 en la primera fecha de la Zona Reubicación de Primera del torneo que organiza la Unión de Rugby de Buenos Aires (Urba), una zona que por lo que mostró en la jornada inaugural augura ser durísima.
Si bien la performance de la gente de Atlético no fue de las mejores, supo sobrellevar un partido que se le presentó complicado para pegar la estocada en los momentos justos y quedarse con la victoria.
El arranque de Plaza fue prometedor. Tuvo una buena obtención (el scrum fue muy sólido y el lanzamiento en el line, prolijo y efectivo) y mostrando un buen juego de manos intentó erigirse en protagonista, proponiendo jugar cuanta pelota tuvo disponible, pero falló en los metros finales, no tuvo definición.
En ese sentido, Belgrano fue más efectivo. Aprovechó un penal para buscar un line cerca del ingoal rosarino y desde esa formación armó un maul que terminó en el try de Galli. Fue un balde de agua fría.
La conquista sirvió de disparador para el conjunto de Virrey del Pino, que se fue agrandando de a poco. Así empezó a ganar la pulseada en los rucks, a recuperar muchas pelotas y a atacar con cierta continuidad al equipo local. El partido se hizo bastante parejo y el primer tiempo, bastante apático, terminó 5-3 favorable al visitante.
En el complemento si bien el partido no ganó en calidad, lo hizo en emoción. Usando el lado corto de la cancha, Atlético sacó una pequeña luz de ventaja con el try de Leopoldo Jozami. Sin embargo no supo cuidarla. Permitió la reacción de Belgrano y encima cometió muchísimos errores, que terminó pagando con los tries de Orsi y Ayerza separados uno del otro por apenas tres minutos.
Pareció que a Plaza se le venía la noche, pero Belgrano no supo liquidarlo. Y fue así que Atlético, desde sus propias cenizas, volvió a nacer. La falta de juego la suplió con mucha actitud y aceleró cuando el partido entró en la recta final.
Marcos Díaz, de muy buen desempeño, apoyó el try que le puso un condimento extra al resultado. El partido estaba para cualquiera pero Plaza tuvo más ambición. Fue por más y generó un último penal que Martín Rodríguez Gurruchaga (que no había tenido una buena tarde en los envíos a los postes) no se desaprovechó y lo transformó en victoria. Nada menos.
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