|
domingo,
22 de
julio de
2007 |
Una imagen que provocó mil palabras
Hacia las 17 de ayer, el fondo amarillo sobre la pared se entremezclaba con pintura negra, blanca y tonos de rojo para conformar un rostro por todos conocido. Allí Noke revolvía pinceles junto al Chino Nosky. Y horas después, la gente que pasó por Alberdi y pasaje Central Argentino no dudó en elogiar la iniciativa de estos canallas de pura cepa. “¡Te pasaste, hermano!”, gritó Mario. Y una caravana de autos a los bocinazos, felicitaba la idea. “Más allá de llevar la camiseta de Central, Fontanarrosa hablaba y vivía como era. Un tipo sencillo y eso al pueblo se le metió en el corazón”, comentó Ricardo.
Cuando todavía faltan unos cuantos días para culminar su mural testimonial, Noke agradecía ayer con el pincel en alto las primeras señales de beneplácito. En el piso, los tarros de pintura lo tuvieron ocupado hasta que cayó el sol. Mientras, el rostro del Negro resaltaba sobre la pared.
Esa pintura del genial dibujante que colgaba del paredón fue un imán para los transeúntes de Alberdi al 100 bis. “Conocí al Negro de pibe y, al ser colega de él, se formó una amistad. Incluso me prestó sus personajes para mis guiones. Por eso, cuando todavía muchos lo seguimos llorando quería cumplir con esta asignatura pendiente”, dijo emocionado el artista Noke.
Hasta allí llegó también la familia Debonis, vecina de enfrente, a curiosear un poco. Igual que Graciela y Rodolfo. El matrimonio canalla destacó que “lo más importante, además de ser hincha de Central, fue que llegó a convertirse en personalidad importantísima de la cultura, que tuvo la cualidad de hablar sencillo y llegar a la gente con sus palabras”.
La movida pictórica en la vía pública siguió sumando aliento. Como el pibe que ayer a bordo de su bicicleta gritaba: “¡Te quedó buenísimo!”. Silvana se bajó del colectivo y se quedó un rato muda. Sus ojos de admiración lo decían todo. Una postal idéntica a la de tres adolescentes que se acercaron para hacerle el aguante a Noke.
enviar nota por e-mail
|
|
|