"Hay demasiada diferencia en la oposición como para unirnos"

Criticó la visión "apocalíptica" de Carrió y las recetas "fracasadas" de López Murphy

Mauricio Maronna / La Capital

Roberto Lavagna únicamente pierde su tono monocorde cuando el cronista lo critica por parecerse al gobierno en su intento de establecer un "dólar recontraalto" que perjudica a los sectores urbanos de clase media baja y alimenta la inflación. "¡No puede decir eso!", brinca el ex ministro de Economía y candidato presidencial.

En una entrevista exclusiva con LaCapital, Lavagna critica a Néstor Kirchner por su "falta de horizontes", pero también admite profundas diferencias (aunque sin nombrarlos) con Ricardo López Murphy y Elisa Carrió. No toma como una contradicción que, reivindicándose como peronista, apoye la candidatura de Hermes Binner, y se manifiesta seguro de que en la Argentina habrá ballottage para definir quién será el futuro presidente de la Nación. -¿Con el apabullante triunfo de Macri cambió todo abruptamente o existía un país viviendo en una burbuja diseñada por los estrategas del gobierno nacional?

-Efectivamente, había una fenomenal burbuja. Pero es la misma burbuja que se mostraba antes de las elecciones legislativas del 2005, que era mucho más que para designar legisladores. El presidente la planteó como un plebiscito a su gestión. En ese momento, con el máximo índice de popularidad, obtuvo el 38% de los votos. Hubiera ido a una segunda vuelta... A partir de eso se arma un gran escenario donde se nos quiere hacer creer que son invencibles. Después aparecen hechos que contradicen eso y ordenan que la prensa los oculte. Perdieron en la localidad de Caucete (en San Juan) pese a haber repetido la metodología de Misiones, perdieron en Neuquén, en todos los municipios cordobeses y ahora finalmente en Capital Federal. Está emergiendo la ficción creada en el 2005.

-¿Pero una oposición tan atomizada no garantiza la victoria de Kirchner en octubre?

-Ir divididos no es lo mejor, pero cuando uno gobierna debe tener los pies en la tierra. No están dadas las condiciones para amontonar a algunos dirigentes que tienen visiones totalmente distintas del país. Algunas (por Carrió) carecen de visión, tienen miradas sobre el más allá, del Apocalipsis, el reino... Y otros (por López Murphy) defienden políticas que terminaron en un estruendoso fracaso. Entonces, no se trata de amontonar. Por eso mi acción política tiene un programa, soy el único que tiene eso. A lo mejor nos podemos poner de acuerdo en la cuestión institucional, pero en lo económico, en lo social, que es lo que más interesa al votante común, las diferencias en la oposición soy muy grandes.

-¿Hay un amesetamiento de la economía?

-La foto de la marcha de la economía puede ser engañosa. La economía es como la medicina: el médico, cuando uno se va a hacer un análisis, toma como parámetros los resultados anteriores. Hoy, a mediados de 2007, no hay ningún indicador fundamental que esté mejor que en diciembre de 2005. Ninguno. Hay un punto de quiebre, y la situación está en un tobogán, el tobogán siempre va para abajo. Cuidado porque podemos perder la gran oportunidad que tenemos como país.

-Usted compartió dos años con Kirchner. ¿Qué siente cuando ve la utilización que hace de determinados sectores vinculados a la defensa de los derechos humanos, como Hebe de Bonafini, o a dirigentes de izquierda, como Miguel Bonasso?

-¿No será que esos sectores que usted nombró utilizan al presidente? No parta del supuesto del presidente que todo lo maneja. Estos setentistas buscan revancha y, en muchos casos, condicionan fuertemente a Kirchner. Y el presidente no logró reaccionar. Es difícil que reaccione porque no tiene visión de país y desconoce dónde quiere ir. Entonces no llega nunca. Kirchner viene de haber gobernado una pequeñita Intendencia, más allá del respeto a Santa Cruz. Es un lugar habitado por 200 mil personas, diez veces más chico que La Matanza. A Kirchner le falta experiencia y conocimiento del mundo como para definir prioridades.

-Bueno, ha optado por tejer una alianza con Hugo Chávez...

-Chávez lo lleva de las narices, ahí tiene a uno que lo condiciona. El caso de Chávez es gravísimo, llevó a la Argentina a meterse en conflictos en donde no era juez ni parte, hizo tres actos públicos en el país. Eso es porque lo único que tiene en claro el gobierno es el intento de quedarse eternamente en el poder.

-Cuesta diferenciarlo a usted del gobierno cuando propone un dólar "recontraalto" que, en definitiva, perjudica a los sectores de menores ingresos.

-3,15, para que no haya confusión. Quiero un dólar a 3,15.

-¿Pero esto va en desmedro de los asalariados?

-Al revés, un tipo de cambio alto, lo que hace es preservar la producción y el trabajo nacional, la competitividad. El sudeste asiático siempre entendió, a diferencia de las tonterías argentinas, que atento a las diferencias de productividades con el mundo desarrollado tenía que proteger el trabajo y la industria nacional. ¡Japón tiene cambio alto! América latina cayó en las redes del FMI, fue el mejor alumno. Le voy a dar un dato: entre 1975 y 2002 hay 28 años, en 14 de esos 28 años, hubo caída del PBI. ¿Cómo me puede decir que un tipo de cambio alto perjudica a los sectores urbanos? ¿Por qué?

-Por la inflación, salvo que usted crea en los índices del Indec...

-Lo que perjudica es el desempleo, que Argentina haya importado medialunas... Como consecuencia del dólar bajo terminamos en la hiperpobreza y el hiperdesempleo. Ahora, usted me menciona la inflación. ¿Un dólar alto se hace por decreto? No. Para tenerlo hay que lograr un superávit fiscal importante que le permita a la Tesorería, con fondos propios y sin emisión, ser el que compra los dólares. Así fue hasta el 2005, en el 2006 se terminó. Ahora se compran dólares con emisión del Banco Central y eso empuja a la inflación.

-¿Cómo explica su apoyo a Binner teniendo en cuenta que sus aliados radicales van por afuera del Frente Progresista, que usted se reivindica como peronista y que el PS avala la candidatura presidencial de Carrió y no la suya?

-Un pedazo de la UCR no avala a Binner, el grueso sostiene a Binner. La verdad es que a mí me gustaría que todo el radicalismo acuerde con Binner. Y si no, habrá dos listas, como el kirchnerismo tiene por todos lados. Yo apoyo a Binner porque creo en la alternancia, no tengo la sensación de que Rossi y Bielsa tengan experiencia de gestión como para gobernar una provincia importante. Avalo a Macri y a Binner, aunque en Santa Fe tendremos una lista de candidatos a diputado nacional propia, claro acompañada por fuerzas aliadas.

-¿Habrá ballottage?

-No tenga dudas, al gobierno no le alcanza para ganar en primera vuelta. Habrá ballottage.

Lavagna quiere un dólar aún más alto.