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 domingo, 17 de junio de 2007  
Crímenes del Ku Klux Klan serán castigados después de 43 años

James Ford Seale, un miembro del Ku Klux Klan, fue declarado el jueves culpable de secuestro y asociación ilícita por la muerte en 1964 de dos adolescentes negros en el sudoeste del estado de Mississippi. El hombre, de 71 años, se había declarado inocente de cargos relacionados con las muertes de Charles Eddie Moore y Henry Hezekiah Dee. Ambos tenían 19 años cuando desaparecieron el 2 de mayo de 1964, y sus cadáveres aparecieron luego de meses de búsqueda en el Mississippi.

   La Justicia federal presentó cargos contra Seale casi 43 años después de los asesinatos y la condena podría ser prisión perpetua.

   El principal testigo de cargo fue Charles Marcus Edwards, quien confesó ser miembro del Klan, y a quien le ofrecieron inmunidad a cambio de su declaración. El hombre declaró que Dee y Moore fueron introducidos aún vivos en el baúl del auto de Seale y llevados a una granja. Posteriormente fueron transportados a Luisiana, al otro lado del Mississippi, atados a grandes pesas y arrojados vivos al río.

   Las víctimas eran sospechadas de tener información sobre un supuesto tráfico de armas de parte de afroamericanos, en medio de la batalla contra la segregación racial en Estados Unidos.

   Más de 300 personas fueron interrogadas días antes para seleccionar a los 12 jurados finales, que escucharon el caso por conspiración y secuestro contra Seale, quien enfrenta cadena perpetua por los delitos. La Fiscalía pidió también que el jurado permanezca en el anonimato, para protegerlos de la posible intimidación del KKK.

Sigue el miedo. “Aunque el Klan ha perdido mucha influencia en años recientes, aún es una organización activa y aún provoca miedo en los corazones de muchos ciudadanos de Mississippi y otras partes”, alegó la Fiscalía en documentos judiciales.

   La defensa, por su parte, contestó que el KKK “ya no es un instrumento viable de terror o una amenaza significativa en Mississippi y los supuestos eventos que dieron pie a este caso ocurrieron hace 43 años”.

   Según la acusación, Seale y otros miembros del KKK, entre ellos su padre y su hermano (ya fallecidos), les dieron una brutal paliza a los jóvenes y los interrogaron a punta de pistola y, todavía no conformes, luego los ataron y lastraron, a uno con un motor y al otro con un riel, y los arrojaron al río Mississippi.

   Los cadáveres fueron hallados meses después mientras las autoridades policiales y judiciales buscaban a otros tres jóvenes militantes de los derechos civiles asesinados también por el KKK, cuyo caso inspiró el filme “Mississippi en llamas”. Por ese triple asesinato el ex líder del Klan, Edgar Ray Killen, a los 80 años de edad, fue condenado a 60 años de prisión en 2005. La publicidad en torno al crimen de esos militantes eclipsó el caso de Dee y Moore, que quedó en el olvido.

   Pero precisamente en 2005 fue el hermano de Moore quien junto a un documentalista canadiense descubrió que Seale, implicado públicamente en el crimen por un informante del FBI en 2003, estaba vivo, y las autoridades federales reabrieron la investigación.

   En enero pasado las autoridades federales arrestaron a Seale y lo acusaron de conspiración y secuestro, “los cargos que podemos probar”, dijo entonces el fiscal federal estadounidense Alberto Gonzales.

   Seale fue detenido luego de los crímenes en 1964 pero los cargos que se formularon en su contra nunca prosperaron en la jurisdicción local. Sin embargo, el juez que preside el caso actual permitió utilizar en la Corte una declaración incriminatoria que el miembro de KKK dio tras su arresto en 1964, respondiendo a un agente del FBI que le dijo que sabía que él había participado en los crímenes. “Sí, pero no lo voy a admitir. Van a tener que probarlo”, dijo el sanguinario Seale. l (AP)
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Seale (der.) es trasladado a la Corte para una de las audiencias por las muertes de 1964.


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