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domingo,
17 de
junio de
2007 |
Sectores. Con la puesta en marcha de las nuevas inversiones, el complejo automotor argentino pasará al número 20 en el ranking mundial
Automotrices toman el liderazgo industrial
Aunque en el salón del automóvil dominan los importados, se vienen nuevos modelos locales
Marcos Cicchirillo / La Capital
El cuarto salón del automóvil de Buenos Aires deja en claro que las ventas de vehículos en Argentina atraviesan uno de los mejores momentos de su historia. Los directivos de la industria estiman que el año 2007 cerrará con un mercado de entre 520.000 y 530.000 unidades, y con una fuerte recuperación de los segmentos medios y medios altos.
La proyección de patentamientos récord tuvo su correlato en el despliegue de stands mejor diseñados y amplios que en la edición 2005 del salón organizado por las terminales que operan en Argentina. Días antes, los directivos de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) desplegaron optimismo cuando le presentaron al presidente Néstor Kirchner los proyectos de inversión de la industria local para el Bicentenario de Argentina, que la industria presentó hace diez días ante el presidente Néstor Kirchner por 2.400 millones de dólares, los cuales podrían llegar hasta los 3.500 millones de sumarse algunos proyectos en boxes.
Hecho en Argentina
De continuar este escenario favorable para el sector en los próximos años y la materialización de los planes de inversión, la exposición de 2009 será superadora de la de este año. Esto se debe a que la mayoría de las empresas estarían exponiendo varias de las novedades que hoy sólo figuran en las carpetas y, fundamentalmente, un sustancial incremento de la participación de nuevos productos fabricados en Argentina.
Una diferencia cualitativa con esta cuarta edición, donde dominan los importados, ya sea con los modelos que ya fueron presentados en el Salón de San Pablo en 2006, como las muchas novedades que incluyen el Chevrolet Beat o el Toyota Avensis.
“En el Salón del 2009 se verá todo lo que el sector ha invertido y quedará plasmado en muchísimas novedades que habrá de producción local”, aseguró el presidente de Renault Argentina, Dominique Maciet.
A los últimos anuncios de inversión como la vuelta de Fiat para producir el Siena, por ejemplo, aún quedan en carpeta los análisis que vienen realizando General Motors, Ford y Honda, entre otros proyectos.
Los principales ejecutivos de varias compañías también resaltaron otro aspecto, el fuerte crecimiento de la integración local que vienen haciendo, remarcando el valor agregado que eso significa a la hora de sumar empleo y engrosar el producto bruto interno (PBI). En este sentido, el presidente de Toyota Argentina, Aníbal Borderes, recordó que en los últimos tres años triplicaron la producción en la planta de Zárate (65.000 unidades prevén para este año), a la cual fueron incorporando el área de pintura y en dos semanas más oficializarán la puesta en marcha de la planta de estampado. Una política que condujo a elevar el número de trabajadores a 2.700 y a invertir en diez años alrededor de mil millones de dólares.
El ranking
Argentina hoy se encuentra en el puesto 25 —entre los 37 países que tienen industria automotriz— y podría llegar a “ocupar el 20 ó 22” para el 2010, señalaba en el encuentro con el presidente Kirchner el presidente de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), Fernando Fraguío.
Las proyecciones del sector a tres años son que la producción se elevará de 500 mil unidades a 750 mil, mientras que los puestos de trabajo se incrementarán de 115 mil en la actualidad a 170 mil y las exportaciones crecerán de 300 mil unidades a 450 mil.
La producción de autos en Argentina creció 42,9% de forma interanual en mayo, llegando a las 45.352 unidades, con lo que la fabricación en los primeros cinco meses de este año registró un incremento del 29,5% en comparación a igual período de 2006. El sector ocupa actualmente el liderazgo en el ranking de crecimiento industrial.
Las sombras
Igualmente, con estas proyecciones, para llegar a ese escenario en el 2010 parece un modelo para armar, ya que los principales ejecutivos de las compañías en off the record y no tanto reconocieron que los problemas como el energético, y algunas dudas sobre el sostenimiento de la política cambiaria a futuro, dibujan varios asteriscos a la hora de las proyecciones del sector a largo plazo.
Sólo basta recordar que una situación similar se vivió en la década pasada cuando las empresas del sector lanzaron rimbombantes anuncios de multimillonarias inversiones, que quedaron en papel mojado cuando el ciclo de depresión económica se instaló hasta finales del año 2002.
En materia de análisis sobre los problemas energéticos, el presidente de Volkswagen, Víctor Klima, dijo que la Argentina debe apostar al desarrollo de los biocombustibles para reducir su dependencia del petróleo.
Dólar y energía
Vicent Rambaud, director de PSA Mercosur (Peugeot-Citroën), señaló que la situación cambiaria hoy es favorable para la Argentina, pero ese efecto puede neutralizarse si se agudizan los problemas energéticos en el futuro.
Algo que incluso se puede ver reflejado en las decisiones también de los compradores. Según los directivos de Renault, un ejemplo de ello es que las ventas de vehículos gasoleros bajaron en el último tiempo.
La industria automotriz crece a tasas chinas, no sólo por la demanda del mercado interno sino también por las exportaciones, que actualmente llegan a 81 países (55% de la producción local). Sin embargo, a futuro, se plantea los mismos interrogantes antes de seguir apostando: las condiciones a largo plazo.
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El buen momento del sector automotriz se notó en el salón internacional que se realiza en Buenos Aires.
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