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domingo,
17 de
junio de
2007 |
Las noches sin luna
Al frío intenso que golpea a Rosario y su región, provocado por uno de los más crudos inviernos que hemos soportado en los últimos años, se le suman las lluvias heladas que lo hacen más inclemente aún. En este contexto, es lógico imaginar que el ser humano intente protegerse con el medio más práctico y económico que tiene a su alcance, sobre todo en los barrios donde residen las personas de menores recursos: la energía eléctrica.
Esta situación, que requiere de la comprensión de todos los que habitamos en estos lugares, es la que provoca innumerables cortes de luz que son atendidos por los trabajadores de la EPE.
En este marco vuelvo a preguntarme una y mil veces: ¿dónde está el ingeniero Luna y su denuncia pública de los fracasos de la actual conducción empresaria que el mismo integra? No se lo puede localizar bajo la llovizna ni temblando de frío, ni en las noches de niebla en las que haciendo honor a su apellido no se lo ve brillar por ningún lado.¿Será por esto que no puedo dejar volar mi imaginación e idealizarlo con una pinza en la mano, con un pala o cargando una escalera? Pero la realidad me vuelve a desilusionar porque en los medios de difusión habla desde su ciudad de Santa Fe, en donde reside, con total superficialidad del servicio eléctrico que se presta en Rosario. Y no puedo evitar hacerme otra pregunta: ¿alguien de acuerdo a su función y responsabilidad no debería ayudar a superar los problemas y no denunciarlos? ¿Se sentirá parte de nuestra querida EPE, o será de esos convidados ilustres que se dan el lujo de opinar por el solo hecho de pasar a cobrar un salario en las postrimerías del mes? En fin, ajenos a los comentarios y agravios, los muchachos de la camioneta siguen haciendo lo que saben: trabajar.
Juan Alfredo Romero
(Secretario general de Luz y Fuerza Rosario)
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