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domingo,
27 de
mayo de
2007 |
Desde atrás
La bala calibre 9 milímetros que terminó con la vida de Pablo Espíndola dejó en el cráneo dos orificios. Si bien la autopsia ordenada por la Justicia develará cuál fue la trayectoria exacta del proyectil, un primer reporte médico forense indica que el disparo ingresó por el occipital derecho y salió por la frente. Es decir, desde atrás hacia adelante.
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