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domingo,
27 de
mayo de
2007 |
Sectores. Especialistas de todo el país se reunieron en Córdoba para analizar la situación de las prestaciones y futuras reformas al sistema
La nueva agenda de la economía de la salud
Apuestan a una mejor articulación entre los sistemas de atención público y privado
Patricia Martino / La Capital
El sistema de salud, tanto en su objetivo esencial de servicio público como en sus características de un mercado en el que interactúan el Estado y las empresas privadas, está en tiempo de definiciones. Si bien la recuperación económica permitió mejorar la liquidez del sistema, a través de una mayor recaudación de las obras sociales y de las prepagas, ese panorama convive con continuos reclamos de prestadores y usuarios y una gran presión sobre el sistema de salud pública.
Algunos ejes sobre una agenda de trabajo para lograr mayor equilibrio y eficiencia en el sistema se discutieron en el congreso de economía de la salud que, organizado por el laboratorio Roche, se realizó en Córdoba con la presencia de especialistas del sector.
Los analistas describieron que en Argentina la cobertura de la atención de la salud es compartida entre el sector público, las instituciones de la seguridad social y el sector privado, interrelacionados tanto en términos de provisión de servicios como de financiamiento y coordinación del sistema de aseguramiento. En este sentido, remarcaron la necesidad de sortear la fragmentación, uno de los principales obstáculos para una prestación más eficiente.
Durante los noventa se dio un fuerte proceso descentralizador de la salud pública, dentro del cual el gobierno nacional transfirió a los niveles menores de gobierno, provincias y municipios, los recursos y la responsabilidad por los hospitales y centros de salud, conservando para sí el control de los programas verticales e iniciativas especiales.
La descentralización
La descentralización es considerada como una de las herramientas clave para la implementación de reformas en los sistemas de atención de la salud en los países más desarrollados, donde deben tenerse en cuenta los principios de equidad y eficiencia en la asignación de los recursos.
Sin embargo, en la Argentina ese proceso incidió negativamente, explicó Daniel Maceira, director del Area Política de Salud del Centro Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).
El experto subrayó que, a pesar de que la Argentina duplica o triplica el gasto en salud respecto a otros países con niveles de desarrollo similar, posee una tasa de mortalidad de niños menores de 5 años que duplica a la de los otros.
El 40% de las personas que acude al sistema público posee algún tipo de cobertura, pero los efectores estatales no logran recuperar esos costos y existe un alto nivel de subsidios cruzados, advirtió el especialista.
Además, el gasto provincial en salud es muy desigual entre las provincias. Hay distritos que gastan hasta 8 veces más que otras, mientras que el gobierno nacional realiza menos del 20% del gasto en salud.
La salida
Maceira propone que para salir de esta encrucijada hay que coordinar tareas. “Se debería encontrar un mecanismo para alinear objetivos a nivel nacional, discutidos con los ministros provinciales y ejecutables a nivel local”, señaló. “El camino sería que las decisiones se tomen en forma conjunta y sean operativas a nivel local, hoy eso no ocurre”, subrayó.
El especialista, master en salud y ciencias sociales de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), opinó también que “hay que empezar a generar modelos de seguros provinciales”.Por otra parte, explicó que “algunas provincias lo están implementando y otras lo están planeando”.
En algún momento de los 90 la provincia de Santa Fe inició una prueba piloto para avanzar en un seguro de salud. Para Maceira, este sistema “sería un paso previo a una convergencia de objetivos, no de fondos”, explicó el master en salud y ciencias sociales de Flacso.
El analista considera que el gran problema es pensar que se necesita una autoridad que concentre todos los fondos, eso políticamente es muy complicado, sobre todo porque los actores actuales no van a estar interesados en delegar cuestiones del financiamiento, pero —considera— sí se pueden acordar objetivos en función de los fondos de que se disponen. “Uno no puede pensar un sistema ideal y cambiar de un día para el otro, se necesita ser consciente del sistema actual y a partir de eso atravesar un sendero de cambios, hay que construir una transición.
Eso en un país federal como la Argentina, y descentralizado, pasa por un acuerdo de objetivos, de descentralización de fondos, ordenación de tareas y descentralización operativa”, sugirió Maceira y agregó que “es fundamental el rol del Estado para que el sistema se base en la equidad”.
En ese sentido, mencionó que en el Consejo Federal de Salud (Cofesa) que funciona actualmente con la participación de todos los ministros provinciales más el de la Nación no determinan resoluciones vinculantes.
Organización
El investigador sostiene que no se trata sólo de una cuestión de recursos económicos. Para graficar el tema reconoció que “incluso los países más ricos tienen fondos insuficientes destinados a la salud”.
Maceira concluyó: “A pesar del carácter federal del país, el gobierno central aún ejecuta una parte significativa del gasto público en el sector, principalmente focalizado en los grupos desfavorecidos, aunque sin una significativa estrategia redistributiva”.
Carlos Vassallo, ex presidente de la Asociación de Economía de la Salud de la Argentina y profesor de economía y gestión en salud, planteó que ante la actual fragmentación del sistema se deben resolver cuestiones vinculadas a la accesibilidad, la calidad y el financiamiento.
Otras experiencias
El especialista explicó que, por ejemplo, para resolver estas cuestiones en Europa se pusieron limitaciones al financiamiento y la salud no es gratuita.
Dijo que en Estados Unidos el financiamiento público es más que relevante, pero advirtió que en el proceso se resignó calidad.
Chile optó por un paquete esencial para todos, pero no es tan fácil de llevar adelante por las constantes innovaciones en el área. “En Argentina se comenzó a racionar como si estuviéramos en guerra y no a racionalizar soluciones”, dijo.
El especialista considera que la problemática de la salud tiene su epicentro en que las provincias no asumieron el rol que les corresponde luego de la descentralización y el Ministerio de Salud de la Nación, al no contar con financiamiento propio, no determina políticas diferenciadas.
“El sistema de salud argentino es un gran laberinto, no hay marco regulatorio que establezca normas de calidad, tenemos que ir a un seguro nacional, los recursos no van a alcanzar si no se reorganiza el sistema y se lleva a cabo un proceso de integración”, señaló Vassallo para explicar la situación que atraviesa el sector en la Argentina.
Las cooperativas
Ricardo López, presidente de la Federación Argentina de Entidades Solidarias de Salud (Faess) y secretario de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar), advirtió que hay una crisis simultánea del servicio público, de las obras sociales, del Pami y de las prepagas.
“El modelo intentó imponer en los años 90 la salud como mercancía y negocio, hoy el 50% del gasto de salud sale de los bolsillos del ciudadano, en un país donde la Constitución asevera que es un derecho inalienable la salud para todos los argentinos”, subrayó.
En ese sentido, recordó que hasta diciembre de 2004, la Argentina estuvo bajo emergencia sanitaria.
“La emergencia sanitaria en el país existió solamente en la época de epidemia de la fiebre amarilla (año 1871) y sin embargo entramos en emergencia sanitaria en el año 2002, finalizando en diciembre de 2004”, señaló López.
La posición de Cooperar es plantear un modelo diferente al que hoy rige en el país.
“Somos médicos pero entendemos que los usuarios deben jugar un rol en la salud pública porque hoy si un paciente no hace también una práctica propia de cuidado es muy difícil que un médico pueda resolver cualquier problema”, subrayó el presidente de Faess.
Por otra parte, indicó que “la salud empieza por el cuidado de los propios pacientes, en la educación sanitaria y por tanto, aspiramos conformar la red cooperativa y la red solidaria de salud de la República Argentina“.
Por otra parte, señaló que lo ideal sería “agruparnos en red para poder pelear mejor por nuestros derechos”.
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La postal de los afiliados al Pamiy la historia de las postergaciones que afrontan muestran las fisuras del sistema de salud en Argentina.
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