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domingo,
13 de
mayo de
2007 |
Contención ciudadana
La Defensoría atendió reclamos de 20 mil rosarinos en 2006
Por día llegan al organismo unas 80 personas en busca de solución a una amplia variedad de problemas
En el último año y sólo en Rosario, la Defensoría del Pueblo de Santa Fe abrió 19.612 expedientes, unos mil más que en el período anterior. Por día, unas 80 personas llegan a la organismo con los problemas más diversos: en algunos la repartición tiene competencia, en otros no, pero aun en esos casos brinda asesoramiento sobre dónde concurrir en busca de soluciones. En el lugar también funcionan el Centro de Mediación, primero del país, que interviene en un conflicto diario, y el Centro de Asistencia a la Víctima y al Testigo del Delito, que en un año abordó 2.276 casos (ver aparte).
El aumento de pedidos para que intervenga la Defensoría del Pueblo permite inferir que ha crecido el reconocimiento social hacia el rol que desempeña el organismo.
En teoría, la Defensoría actúa cuando la administración pública provincial (lo que incluye organismos descentralizados como entes autárquicos, empresas estatales o con participación mayoritaria estatal, colegios profesionales y entes reguladores) incurre en un "ejercicio ilegítimo, defectuoso, irregular, abusivo, arbitrario, discriminatorio, negligente, incausado, gravemente inconveniente, inoportuno o que configure desviación de poder".
Sin embargo, de hecho su actuación supera ampliamente esas competencias y suele funcionar como un amplificador activo de problemas que la gente enfrenta cotidianamente, y no sólo en relación al Estado. Por eso un análisis de los reclamos representa casi un mapa social.
Los números
Entre el 1 º de abril del año pasado y el 31 de marzo de este en toda la provincia las quejas sumaron 36.967 y sólo en Rosario fueron 19.612 Los ámbitos en que aparecieron los conflictos que motivaron las quejas fueron de lo más diversos ver infografía
Casi la mitad de esos reclamos, 8.700, se encuadraron temáticamente entre los llamados "particulares", lo que engloba un universo tan heterogéneo como complejo, con frecuentes ribetes jurídicos (sobre todo de derecho civil, familiar y laboral).
En este ítem aparecieron problemas vinculados con desalojos, alquileres, cuotas alimentarias, regímenes de visita, injusticias o deudas laborales, conflictos con violencia o comunitarios. Muchos de ellos fueron derivados al Centro de Mediación y al de Asistencia a la Víctima y al Testigo del Delito (ver aparte).
Segundos en el ranking anual de la Defensoría figuraron las quejas apuntando al Ministerio de Obras y Servicios Públicos (2.508). De ellas, el 57 por ciento disparó contra la Empresa Provincial de la Energía (EPE) y el 27,6 contra el servicio de agua (23 por ciento por Aguas Provinciales y 4,6 contra Aguas Santafesinas).
El tercer puesto lo ocuparon 2.354 quejas de los rosarinos contra el ámbito nacional, lo que incluye mayoritariamente a la Administración Nacional de la Seguridad Social (Ansés), seguida por las obras sociales y Telecom.
En cuarto y quinto lugar quedaron los reclamos contra las administraciones públicas de otras localidades y provincias, que entre los dos sumaron 2.582. Claramente se advierte que las multas por radares sobre la ruta y los controles de inspectores de esos lugares fueron las que más enojaron a los rosarinos como para hacerles buscar ayuda en la Defensoría de Santa Fe, a razón de hasta 20 consultas por día.
SOS
Todos esos problemas y muchos otros que aparecen reflejados en la infografía son los que diariamente empujan a las personas a la sede del organismo (ubicado en pasaje Alvarez 1516, frente a la plaza Pringles). Son entre 80 y 90, de ellas, hay unas 70 que lo hacen por primera vez. El resto acude a monitorear la marcha de sus reclamos.
La directora general de la Defensoría, María Bressa, trazó un perfil de la demanda. "En términos socioeconómicos proviene de sectores medios medios, y en el caso de quejas por multas, de sectores medios altos", explicó.
Los extremos de la pirámide social son los que menos apelan a esa instancia. "La población más humilde llega rara vez, sólo en algún caso de violencia o abuso; si no, tienen claro que sus problemas se resuelven en otros ámbitos como el centro de salud barrial, Promoción Comunitaria o el municipio; y las clases más altas no acuden porque recurren a sus profesionales privados", graficó.
El defensor del pueblo, Carlos Bermúdez, se mostró satisfecho con el funcionamiento del organismo (reconocido incluso con la primera certificación de calidad de gestión ISO 9001 recibida por una institución pública en el país y América latina), pero admitió que existe una dura agenda pendiente.
En primer lugar de esa deuda figuran, para Bermúdez, las políticas públicas del gobierno provincial en torno al menor en conflicto con la ley penal. "Ahí estamos en permanente conflicto con el Ministerio de Gobierno", se sinceró.
Para graficar la gravedad del tema recordó que en una visita al Instituto de Recuperación del Adolescente de Rosario (Irar) un chico que ya contaba con cuatro homicidios en su haber le contestó: "¿Que qué voy a hacer cuando salga? Nada, si mi vida no vale nada... pero la suya tampoco".
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Fotos
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Unas 70 personas por día entran en la Defensoría.
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