Boca lo ganó en una ráfaga

Perdía, pero lo dio vuelta en un minuto. Palermo hizo un gol de media cancha

Boca continúa sustentando su ilusión de seguir prendido en los primeros puestos del Clausura, tras sacar provecho de un buen lapso de Riquelme para ganarle como visitante a Independiente por 3-1, en el clásico jugado en cancha de Racing.

El recuperado crack xeneize solamente puso su sello distintivo en dos jugadas en las postrimerías de la primera etapa.

Es que a los 42' y 43', respectivamente, el diez puso sendos pelotazos para las entradas de Cardozo y Palacio que definieron certeramente y consiguieron los goles del equipo de Russo.

El equipo de Avellaneda había abierto la cuenta a los 22', a partir de un desvío involuntario de Jonatan Maidana a un centro desde el costado derecho de Lucas Pusineri.

Y ya con la victoria consumada, Palermo, en el tercer minuto de adicional, vio adelantado a Ustari y le envió un misil desde atrás de la mitad de la cancha para convertir el tercer gol auriazul, diferencia por demás exagerada.

El juego fue de ida y vuelta en la etapa inicial porque no hubo marcas pegajosas. Pero dentro de ese panorama, Independiente fue algo más, a partir del despliegue de Pusineri y la movilidad de Armenteros.

En el segundo período, una jugada signó el posterior desarrollo: la expulsión de Ever Banega, a los 13', por doble amonestación. Esa incidencia derivó en que el equipo visitante retrase sus líneas y apueste casi exclusivamente a las réplicas, vía Bruno Marioni.

Es que Riquelme, extenuado, casi ni tomó contacto con la pelota en los segundos 45' y en una de las pocas que tocó exigió una buena respuesta de Ustari.

Independiente tuvo la pelota, pero no fue profundo, se repitió en la idea de querer entrar por el medio, zona en la que Maidana y Díaz no lucieron pero sí se mostraron por demás solventes.

El partido se iba y el triunfo de Boca hasta podía cuestionarse. Sin embargo, cuando se cumplía el tercer minuto adicionado, Palermo aprovechó un rebote en Rodrigo Díaz y, de zurda y a la carrera, metió un remate con una trayectoria de más de 55 metros que sorprendió a Ustari y se tradujo en el tercer gol de Boca que ganó y sigue prendido.

Cardozo festeja el empate parcial.