|
domingo,
25 de
febrero de
2007 |
Más de la mitad de los empleados
fuma en los lugares de trabajo
La Municipalidad relevó 15 empresas e instituciones de la ciudad y entrevistó a 1.064 trabajadores
Pablo R. Procopio / La Capital
-Dejá de fumarme al lado que me estás mareando.
-Callate, autoritario. Dejame en paz.
Este diálogo suele ser más frecuente de lo que parece en cualquier ámbito laboral donde todavía hoy esté permitido fumar. Y obedece a que muchos empleados ya tomaron consciencia de que aspirar el humo del tabaco (aunque sean fumadores pasivos) es sumamente perjudicial. Sin embargo, otros tantos todavía pretenden seguir consumiendo cigarrillos convencidos de que son "dueños" de hacer lo que quieran con su vida ¿Y la de los demás?
Según se desprende de un trabajo de seguimiento elaborado en base al Plan Municipal de Prevención del Tabaquismo, la mitad de los trabajadores de las empresas y entidades rosarinas fuma o fumó alguna vez. De ellos, el 52 por ciento se inició en esta adicción entre los 16 y 19 años. Un 25 por ciento lo hizo entre los 11 y los 15, mientras que el 23 por ciento restante se incorporó a esta costumbre a partir de los 20 años.
Al menos esto fue lo que respondieron 1.064 empleados de 15 compañías e instituciones encuestados por la Municipalidad. De todos modos, se observó un alto interés en cambiar de hábito. El 64 por ciento intentó al menos una vez dejar el vicio y un 54 por ciento está interesado en realizar un curso de cesación.
Apoyan la idea
La gente apoya mucho la idea de abandonar el cigarrillo y más todavía trabajar en un espacio donde no se fume dijeron los impulsores de la iniciativa oficial basada en acreditar Empresas libres de humo de tabaco
Si bien se trata de un tema muy conflictivo en los ámbitos de tareas, la medida logró un importante apoyo de empleados y empleadores y ya son 57 los establecimientos que en Rosario quedaron acreditados como exentos de ambientes viciados. Por lo tanto, se comprobó que allí no hay ceniceros, existe cartelería contraria al consumo de puchos y, fundamentalmente, nadie fuma en los sitios cerrados.
La muestra es representativa del mundo laboral en el que obviamente no están incluidos los jóvenes sin trabajo y los jubilados.
La población adulta ocupada permanece en su trabajo un tercio del día, cinco jornadas a la semana, durante su vida útil activa (40 años aproximadamente). Con estos datos, ¿por qué es necesario que no se fume en los ambientes de tareas? En principio, porque la legislación mundial sobre salud y seguridad en el trabajo exige una necesaria protección contra sustancias nocivas, promoviendo la salud, la seguridad y el binestar de los empleados. Además, el tabaqusimo genera un alto impacto económico y social.
La campaña para evitar que se fume en los sitios de trabajo busca eliminar el llamado "síndrome del edificio enfermo", donde se concentra una muy mala calidad del aire interior.
Los espacios contaminados por el humo del tabaco provocan síntomas en las personas que los transitan o habitan. Por eso, los trabajadores suelen padecer todo tipo de problemas, como irritación (de ojos, nariz y garganta), tos, náuseas, mareos y cefaleas.
Pero también, los objetos inanimados sufren estos efectos nocivos. Se genera un notorio deterioro de los muebles, los equipos, los cortinados y la pintura, lo que produce mayores costos en limpieza y mantenimiento.
"Estamos trabajando para que se evidencien las ventajas que aparecen cuando no se fuma en el ámbito laboral", sostuvo Beatriz Martinelli, desde la Secretaría de Salud Pública municipal.
Se trata de incrementar la satisfacción de los empleados y mejorar su desarrollo sanitario. En este sentido, la funcionaria puso énfasis en la necesidad de contribuir al concepto de "Medio laboral seguro", que consiste en evitar la inhalación involuntaria de un tóxico perjudicial para el personal, los clientes y los empleadores.
En efecto, al decir de estos últimos, se logrará "prestigiar a la empresa ante la sociedad y la opinión pública".
Aparte un dato de la realidad resulta incontrastable El cigarrillo produce un ausentismo del 14 por ciento entre los varones y del 3 por ciento entre las mujeres
A la hora de las ventajas, hay otras realmente importantes: el aumento de la productividad y la reducción de accidentes y riesgos de incendios. En Inglaterra, por ejemplo, se estima que el 9 por ciento de los accidentes en el ámbito laboral está relacionado con el tabaquismo).
Pero esto no es todo, estadísticas internacionales lograron demostrar que el trabajo libre de humo disminuye en un 30 por ciento el consumo de tabaco por parte de los empleados fumadores.
Con la intención de acreditarlas como empresas Libres de Humo de Tabaco, la Intendencia comenzó el año pasado la minuciosa tarea enmarcada en el Plan Municipal de Prevención del Tabaquismo y visitó 70 firmas y entidades donde se realizaron talleres de sensibilización con directivos y trabajadores, encuestas entre el personal, trabajos de asesoramiento para la implementación de la señalización y comunicación interna, mientras que se invitó a los empleados a participar de los cursos de cesación. Todo esto siguió con visitas de monitoreo y seguimiento de las actividades.
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
La campaña para evitar que se fume en las empresas busca eliminar el llamado "síndrome del edificio enfermo".
|
|
|