|
domingo,
25 de
febrero de
2007 |
"Le sonreímos más al que viaja y
cometemos menos infracciones"
Paisajista y madre de dos hijas de 10 y 14 años. El destino la puso frente a un volante y la necesidad de mantener el hogar la convirtió en taxista hace 4 años.
Como tantos otros matrimonios empujados por la crisis, el de Isabel Yapura y su marido, alternan los horarios en el coche de alquiler que les permite vivir.
"Para estar acá arriba hay que tener carácter, porque en la calle te tratan todos igual", razona la mujer.
Su caso se equipara al de otras 60 mujeres entre las 3.100 licencias que son conducidas por el sexo débil. Las "tacheras" se han convertido en un fenómeno que va en leve ascenso, de la mano del buen trato con el pasajero.
-¿Cómo empezó la historia?
-Compramos el taxi con mi marido porque le habían dado el retiro de un empleo. Y al tiempo le surgió otra posibilidad y en vez de contratar un chofer me subí yo al taxi. Ya tenía el carné y había practicado, hasta que me largué sin más.
-¿La mandaron alguna vez a lavar los platos?
-Sí, pero yo les contesto que ahora hay lavavajilla.
-¿Por qué aumentó la cantidad de mujeres taxistas?
-Hay muchos casos en donde la mujer le hace de soporte al marido. Y por otro lado, las separadas encuentran en el taxi un medio de vida. Nos animamos mucho a salir a la calle porque somos madres y priorizamos las necesidades más que evaluar el riesgo. Si tenés miedo no salís.
-¿Es un trabajo para cualquiera?
-Hay que contar con un carácter muy especial, estar atenta al tránsito, al pasajero que pide que paremos desde cualquier lado; estar alerta sobre quien sube. Y los colegas acostumbran a robarte los viajes por más que seas mujer.
-¿Por qué te parece que ahora se las busca más a ustedes para conducir un taxi?
-Somos más amables. Y la figura femenina es más agradable, recibimos a la gente con una sonrisa. A veces un cliente sube al coche, saluda, y el taxista no le da siquiera el "buen día". Y además porque prevalece la novedad: somos unas 60 de las 3.100 licencias.
-¿Qué les dice el pasajero cuando se da cuenta que es mujer?
-Y, por ejemplo que son afortunados porque les tocó una taxista. Por suerte no hay discriminación. Y las mujeres se sienten protegidas por nosotras. Igual el hombre está cediendo muchos espacios y nosotras estamos yendo más al frente.
-¿Deberían ponerse más mujeres con las 500 nuevas chapas?
-No estoy de acuerdo con las nuevas chapas, sí que las mujeres puedan vivir de esto.
-¿Cómo maneja el varón?
-Los varones incurren más seguido en infracciones de tránsito que las mujeres. Sin verle la cara al conductor me doy cuenta. Cuando me quiero cambiar de carril, si te dejan pasar es mujer, si te tiran el auto, es hombre. Nunca ceden el paso y siempre están con actitud agresiva. Nosotras cumplimos más con las leyes del tránsito.
-¿Llevaste algún político arriba del taxi?
-A la secretaria de Servicios Públicos, Clara García. Le sugerí que para mejorar el servicio en el microcentro habría que coordinar medidas con Tránsito. El centro es caótico y preferimos escaparle.
-¿Hay paradas de tacheras en las esquinas?
-Pocas, porque no tomamos tanto café y trabajamos más.
enviar nota por e-mail
|
|
|