Año CXXXVII Nº 49368
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores
Mundo digital



suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario
Señales


suplementos
ediciones anteriores
Educación 30/12
La Escuela en Foco 30/12
Autos 28/12
Salud 27/12
Página Solidaria 27/12
Estilo 16/12

contacto

servicios
Institucional




 domingo, 28 de enero de 2007  
México
Amor a primera vista
Por su belleza Puerto Vallarta se transformó en escenario de grandes éxitos cinematográficos

Ricardo Luque / La Capital

“Esta zona está unida a mi vida entera. La primera vez que vine, hace treinta años, era una aldea de pescadores con unos dos mil habitantes. No había más que una carretera por la que no se podía pasar de ninguna manera en tiempo de lluvias. Venía en mi avión pequeño y teníamos que espantar a las vacas del lugar de aterrizaje. Había un solo taxi y un hotel: El Paraíso, que atendía a marinos y gentes de paso. Nunca dejé de volver”.

John Huston se enamoró de Puerto Vallarta a primera vista. Las playas de arenas blancas, el mar cristalino y calmo y la espesura de la vegetación que crece en la barrancas que bordean la costa lo sedujeron ni bien puso un pie en el pequeño poblado de pescadores que era el balneario mexicano a comienzos de los 60. No dudó un instante: había encontrado la locación perfecta para el rodaje de “La noche de la iguana”.

Ahora sólo faltaba convencer a los ejecutivos de la Metro Golwin-Mayor que financiaran la filmación en un paraje tan agreste y alejado de Hollywood. No era una tarea sencilla, más teniendo en cuenta que para la película habían contratado a las estrellas más cotizadas de la industria del cine de aquellos días, Ava Gardner y Richard Burton. Pero quién se atrevería a decirle que no al director de “El tesoro de la Sierra Madre”.

La película se rodó en la apartada playa de Mismaloya. Ubicado a unos 15 minutos en auto del centro de Puerto Vallarta, el paraje, una encantadora caleta de aguas turquesas rodeada por una mata frondosa e impenetrable, había sido descubierto por el realizador en un viaje anterior a México. “Me pareció un lugar ideal —recordó Huston—. La selva siempre creciendo hacia el mar, la claridad, todo era apropiado, la playa perfecta”.

"La noche de la iguana" encerraba una sorpresa más. Acompañando al elenco viajó la estrella Elizabeth Taylor, quien vivía un tórrido romance con el protagonista de la película.

La noticia corrió como reguero de pólvora y las alternativas del rodaje se convirtieron en la comidilla de la prensa del corazón. De la noche a la mañana, Puerto Vallarta se convirtió en el centro de atención de todas las miradas de Hollywood.

Para siempre
Así fue como John Huston cambió de una vez y para siempre a Puerto Vallarta. “A partir de esa película hay más turistas que iguanas”, se lamentó el director al ver cómo la publicidad de “La noche de la iguana” impulsó el turismo en la costa oeste mexicana. Desde entonces las playas vírgenes de su bahía, a donde desde el siglo XVII recalaban los barcos balleneros, se convirtieron en el paraíso soñado de ricos y famosos.

Las arenas blancas que bañan las aguas cristalinas a lo largo de los 41 kilómetros sobre los que se extiende el litoral de la Bahía de Banderas son una tentación para los amantes del sol y del mar.

El problema es que muchas de las playas que se avistan desde las barrancas son inaccesibles por tierra. Y es así porque la altura y el follaje de las laderas montañosas que las rodean las protegen como a un tesoro pirata.

La Playa de los Muertos es la favorita de los turistas. Su nombre se remonta a los tiempos en que a Puerto Vallarta llegaban los contrabandistas a desembarcar sus cargamentos de oro y plata.

Hoy es el lugar preferido de los turistas que gustan ver los atardeceres sobre el mar, comer frutos de mar frescos y, sobre todo, pasar el tiempo tirados en la arena disfrutando del sol mientras escuchan el rumor cansino de las olas.

Para los amantes del buceo la playa ideal es Quimixto. Apartada del casco urbano, se accede en panga, los taxis acuáticos fáciles de conseguir en la costa.

Después de un breve viaje a caballo de las olas, se distingue una larga hilera de palmeras y de chiringos donde se ofrecen camarones, langostas y bebidas frescas. También varias formaciones rocosas que atraen a miles de peces de colores. Basta sumergirse en las aguas para verlos.

El mejor lugar para ver gente es el malecón que bordea el centro antiguo de la ciudad de Puerto Vallarta. Ni bien empieza a caer el sol el lugar se llena de vacacionistas que pasean distraídamente haciendo compras.

Entre los muchos comercios que se encuentran en la zona se destacan los que ofrecen anillos, pulseras y gargantillas trabajadas en plata y engarzadas con piedras semipreciosas por artesanos joyeros. Para conseguir un buen precio es indispensable el regateo.

Por la noche, cuando la brisa fresca del mar baja la temperatura, el malecón se llena de vida. Grupos de jóvenes, parejas de la mano y familias van y vienen acompañados por el ritmo contagioso de la música que escapa de los bares de la costa. Salsa, merengue y danzón endulzan los oídos de los que confían en beber un trago y pasar una velada agitada después de una apacible jornada de mar y sol en la playa.

Manjares
Ahí se concentran los mejores restaurantes de la ciudad, que no tienen nada que envidiarle a los más famosos de París, Londres o Nueva York. Tanto es así que en Puerto Vallarta se celebra uno de los festivales gourmets más importantes del mundo, donde los cheffs presentan las novedades de sus menúes. Sin embargo, nada es mejor para disfrutar de una buena cena o un almuerzo de la especialidad de la región: la comida mexicana.

Pero una visita a Puerto Vallarta no es completa si no se llega al restaurante El Set, ubicado en el sitio original del hotel que se construyó para el rodaje de “La noche de la iguana”. Desde sus ventanales se puede ver el agua esmeralda y las arenas pálidas de la bahía de Mismaloya y comprobar que, como asegura el reverendo Lawrence Shannon en la película, “en todo México no hay ningún sitio que se le pueda comparar”.

La perla de la riviera
“La noche de la iguana” convirtió a Puerto Vallarta en la perla de la riviera mexicana. Ricos y famosos de todo el mundo querían vivir la experiencia de pasar una temporada en el paraíso de sus playas suaves y sus aguas cristalinas y calmas. Así fue como el pequeño pueblo de pescadores se convirtió en una ciudad con amplias carreteras, elegantes hoteles y aeropuerto internacional.

Hollywood advirtió el negocio y sacó provecho del glamour de la ciudad balnearia. En la década del 70 se rodaron varias producciones internacionales, entre las que se destacan “Le Magnifique”, con Jean Paul Belmondo y una joven y sensual Jaqueline Bisset. La Bahía de Banderas sirvió de escenario de la película de piratas “Swashbucker”, con Robert Shaw, James Earl Jones y Peter Boyle.

Una de las visitas más festejadas fue la de Ringo Starr, quien rodó en Puerto Vallarta la comedia “Caveman”. El paisaje de ensueño ejerció una vez más su fascinación y el ex beatle se enamoró de la estrella de la película, la ex chica Bond Barbara Bach, con quien poco tiempo después contrajo matrimonio. La película, que era de una banalidad exasperante, sólo se recuerda por ese episodio.

A fines de los 80 una nueva estrella de Hollywood tendría allí su bautismo: Arnold Schwarzenegger. El actor y actual gobernador de California filmó en la jungla ubicada sobre la ensenada de Mismolaya “Depredador”, uno de sus grandes éxitos en la pantalla grande. Hoy puede visitar el set de filmación de la película y si se tiene el coraje se puede practicar canopy entre los altos árboles que matizan el paisaje selvático.

Kevin Costner, en su momento de mayor esplendor, también filmó en Puerto Vallarta. Fue en 1990 cuando, junto a Anthony Quinn y Madeleine Stowe, protagonizaron el tórrido triángulo amoroso que da vida a “Revancha”. En la escena en la que cristaliza el romance entre la pareja joven transcurre en la playa de Conchas Chinas.


enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Puerto Vallarta tiene aguas cristalinas y finas arenas.



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados