[Territorios]

"Se debe proclamar la propiedad inalienable del acuífero guaraní"

El Coordinador de una red de ONGs ecologistas de Paraguay propone la defensa de la segunda reserva mundial de agua potable. Un tema clave en el Mercosur

Juan Salinas

Víctor Benítez Insfrán atiende en la luminosa sede que comparten Altervida (la ONG a la que pertenece) y la Roam en el barrio asunceño de Santísima Trinidad, muy cerca de un Jardín Botánico que parece prolongarse hasta sus galerías, repletas de plantas. La Roam agrupa a 17 organizaciones ambientalistas de Paraguay. En su nombre, el ecologista propone que, a fin de preservar su soberanía sobre el acuífero Guaraní, los cuatro estados que lo comparten proclamen que la propiedad inalienable de esas aguas corresponde a los pueblos que la tienen debajo de sus pies. Y como da la casualidad que esos países son los que fundaron el Mercosur, que éste reafirme y refrende aquellas proclamas.

—Algunos dicen que el acuífero Guaraní es el segundo en importancia del mundo, otros que es el tercero...

—Es el segundo. El primero está en Africa, se llama Arenito Nubia, tiene 2 millones de kilómetros cuadrados y los países que abarca son Libia, Egipto, Chad y Sudán. El Guaraní tiene 1.190.000 kilómetros cuadrados y abarca Paraguay, Brasil, Argentina y algo de Uruguay. El tercero es el de Kalahari, está debajo del desierto del mismo nombre, en Sudáfrica, Namibia y Botswana, y tiene unos 135 mil kilómetros cuadrados.

—Las investigaciones sobre el acuífero las centraliza el Banco Mundial (BM), cuyo presidente es Paul Wolfowitz, que antes era el segundo de Donald Rumsfeld, en el Pentágono. Hace unos meses, Rumsfeld visitó Paraguay.

—Efectivamente, es el Banco Mundial, a través del Fondo Mundial para el Ambiente, quien financia las investigaciones a través de un proyecto piloto, lo que es muy criticado. Es difícil establecer las verdaderas intenciones del BM, y por eso es tan importante asegurar nuestras propias intenciones. Insisto: si los cuatro países no nos ponemos de acuerdo, es muy probable que quieran quitárnoslo.

—Muchos creen que la añeja y creciente presencia militar de los Estaos Unidos en Paraguay está directamente relacionada con la apetencia de controlar este recurso estratégico.

—Es posible. Ahora bien, las amenazas al acuífero son más concretas y actuales que la potencial que puede representar una invasión extranjera. El acuífero está amenazado, hoy mismo, por la sobreexplotación que se practica en los estados brasileños de Paraná, Mato Grosso do Sul y Río Grande. Otra amenaza concreta es la contaminación a causa de las muchas perforaciones que se han hecho de forma irresponsable. Canales en línea directa al acuífero que no han sido sellados, y por los que pueden filtrarse agrotóxicos. Una de las principales amenazas es el sistema de producción de soja.

—¿Por qué?

—Porque es la principal producción ubicada sobre el acuífero y porque son los sojeros quienes suelen hacer perforaciones para buscar agua. Cuando no la encuentran, deberían sellarlas, pero no se ha establecido un procedimiento estándar para ello. Y aún en el caso de que lo hagan, nadie lo fiscaliza. La contaminación causada por agrotóxicos puede llegar fácilmente por las fisuras, desde los ríos y arroyos que están cerca de los sojales.

—¿Cuánta población obtiene el agua que consume directamente del acuífero?

—No es todavía mucha en términos porcentuales. En Paraguay se extrae en el departamento de Caaguazú. Pero del lado paraguayo el problema no es la sobreexplotación, como en Brasil, aunque sí la posible contaminación. Del lado de Brasil se extrae mucha agua del acuífero para uso agrícola e industrial en los estados de Paraná, Mato Grosso do Sul y Río Grande do Sul. Hasta ahora, el agua extraída, al menos en Paraguay, es pura, con niveles de contaminación indetectables, pero tenemos que pensar a mediano y largo plazo porque la contaminación del agua potable a nivel global es muy grande, y también el déficit de agua. Obviamente, tener acceso al acuífero es una gran ventaja y es muy posible que haya poderosos intereses en controlarlo. Por eso es clave que la ciudadanía valorice este patrimonio y que lo defienda. Es muy importante que haya participación de las organizaciones de la sociedad civil, y particularmente de las campesinas. Porque si nos limitamos a dejarlo todo en manos de los parlamentarios, no tendremos garantía alguna de que las aguas subterráneas vayan a ser declaradas patrimonio inalienable.

—¿Qué se puede hacer para preservar el acuífero?

—Lo primero, finar que es patrimonio de los pueblos que habitamos sobre él, unos 28 millones de personas, los dueños directos. Esto involucra a Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay, que son los fundadores del Mercosur. Estos estados tienen que garantizarnos ese patrimonio, por lo que lo primero es que cada uno reafirme que las aguas subterráneas son de sus pueblos. Lo segundo es que lo hagan los cuatro juntos enel Mercosur. Y una vez que tengamos arreglada la casa grande, el Mercosur, la supuesta intervención que pueda venir de algún tipo de poder, ya veremos en qué condiciones viene.