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 domingo, 28 de enero de 2007  
[En la pasarela]
Glamour políticamente correcto
Un desfile de moda en Milán incluyó protestas contra la pena de muerte. El cine también hizo de las suyas

El mundo de la moda en Milán se mostró con todo. Y hasta incluyó en sus pasarelas protestas contra la pena de muerte. Centrados en la temporada de invierno 2007-2008, los desfiles con ropa para hombres tuvieron además al cine como referencia: la saga de James Bond, "Hombres de negro" o la ya clásica “2001, odisea en el espacio” fueron de la partida.

Así, los diseñadores François y Marithé Girbaud presentaron un desfile contra la pena de muerte, inspirados en la ejecución del iraquí Saddam Hussein.

Los modelos llevaban bufandas en torno al cuello, que simbolizaban la soga del verdugo. Las bufandas, en su mayoría oscuras, estaban adornadas con flores.

El gran final, sin embargo, lo ofreció el Premio Nobel de Literatura y maestro de la sátira Dario Fo para la presentación de Roméo Gigli. Mientras la diseñadora de Gigli ofrecía su colección “de moda no perfecta para el hombre intelectual y amante de la libertad”, Fo instaba a los espectadores a participar.

“Vamos, vamos, los veo como modelos de yeso pegados a las sillas, casi como muertos. ¿Qué es esto? Arriba, arriba, un poco de vida”, reclamaba el dramaturgo.

Las referencias a la religión, el arte y el cine fueron la línea general de las nuevas tendencias masculinas para el invierno 2007-2008. Desde el “look del padre Georg” de Versace hasta los “Hombres de negro” de Armani, desde el lujo esquiador “a la James Bond” de Gucci y la elegancia 007 de Valentino hasta las chaquetas hightech de Calvin Klein que recordaban a Steve McQueen.

Todo comenzó con la provocativa elegancia de la diseñadora Donatella Versace, que presentó a “un hombre ético y espiritual” con una estricta elegancia religiosa. “Menos músculos y más espíritu”, dijo la diseñadora sobre sus prendas inspiradas en el secretario general del Papa. Sus modelos anunciaron, al igual que los “Hombres de Negro” de la línea “Emporio” del veterano Armani, un regreso del negro.

También Valentino presentó una elegancia inspirada en el mundo de ensueño del cine, pero en colores rigurosamente claros, con trajes grises y esmoquin blanco, que seguramente encantarían al agente 007.

Los materiales tecno fueron otro de los grandes temas de los desfiles milaneses. El golpe lo dio Italo Zucchelli, que presentó para Calvin Klein chaquetas de cachemir impermeables gracias al PVC, mientras que Belstaff revolucionó la chaqueta favorita de Steve McQueen con fibras hightech para convertirla en una versión moderna resistente al invierno.

En general, se presentaron chaquetas y abrigos modernizados de todo tipo: Jack Kerouac, uno de los escritores estadounidenses más famosos, fundador de la generación beat, inspiró la “chaqueta Kerouac” de Tod, así como James Bond la colección de lujo para esquiar de Gucci.

Dolce & Gabbana alegró al público ya el primer día de los desfiles con trajes de astronautas inspirados en “2001, odisea en el espacio”, de Stanley Kubrick, aptos “tanto para esquiar como para la ciudad”, según explicó Domenico Dolce.

Miuccia Prada, en cambio, entusiasmó a los espectadores con trajes de felpa y gigantescos pulóveres de lana. El último día, Manuel Facchini presentó para Byblos a sus cibernautas vestidos con trajes blancos, con formas geométricas.


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