El sindicalista preferido de Kirchner vislumbra aumentos salariales del 15%

Víctor Santa María, del Suterh, es pieza clave en la negociación entre gobierno y sindicatos

Mauricio Maronna / La Capital

Víctor Santa María es el sindicalista preferido de Néstor Kirchner. El enlace para llegar al presidente fue Alberto Fenández, con quien compartió la Legislatura porteña. Junto con Hugo Moyano están cerca del poder, y fue quien en la mismísima Casa Rosada anunció en abril del 2006 un aumento salarial jugoso para los afiliados al gremio que conduce, el Sindicato único de Trabajadores de Edificios Renta y Horizontal (Suterh). El 19% de incremento que logró entonces se convirtió en caso testigo para la geografía sindical.

A diferencia del camionero, Santa María es un hombre de gestualidades suaves, poco ampuloso y de buen trato con su interlocutor. En una entrevista con La Capital, deja entrever que el promedio de incrementos salariales de este año rondará el 15%, aunque sostiene que llegó el tiempo de que cada paritaria (cada cacique gremial) haga todo lo posible para superar ese tope.

Su constante presencia en los pasillos del edificio de Balcarce 50 le permite manejar información de primera mano. No le resta verosimilitud a la posibilidad de que Néstor Kirchner se despegue de un segundo mandato, y tampoco trepida en afirmar: "Cristina Fernández-Carlos Reutemann sería una fórmula extraordinaria".

-Propios y extraños dicen que usted es el sindicalista preferido del presidente.

-He apoyado a Kirchner desde que insinuó que quería ser presidente, mucho más allá de lo que es ahora su gestión. Estoy orgulloso porque cuando lo conocía a Néstor prometía las cosas que ahora cumplió. Y lo cumplió con creces. El hace más de lo que dice, de lo que promete. Lo conozco desde el 96 cuando estaba en una fracción interna del peronismo porteño y conté con el apoyo de él y de Cristina. Está cambiando la Argentina sin renunciar a sus convicciones.

-¿Hay algo de verosímil respecto al desinterés de Kirchner por su reelección?

-Sí, le creo, totalmente. Si ve que la situación política está madura, él se podría correr para que Cristina sea la candidata. Es perfectamente compatible. Ayudaría a fortalecer la institucionalidad.

-Usted, que frecuenta a Kirchner y a sus funcionarios, ¿está al tanto de que Reutemann pueda ser el candidato a vicepresidente de Cristina?

- Es muy viable, sería una fórmula extraordinaria. Rescato lo que declaró Lole, él se ve como parte de un proyecto político y se coloca como uno más. La política se está reconciliando con la sociedad.

-En la discusión salarial anterior, tanto usted como Hugo Moyano fueron los encargados de fijar el tope salarial por medio de lo que consiguieron para sus gremios. ¿Cómo será la negociación este año y cuál cree será el porcentaje de aumento?

-La Argentina viene de una lucha entre el trabajo y el capital, y en los últimos años se impuso el capital. Con la crisis de 2001 había un 25% de desocupados y un proyecto de no país puesto al servicio de ese esquema. Ahora, con Kirchner, se intenta equilibrar la balanza. Falta muchísimo por hacer, la distribución de la riqueza, que en el 75 llegaba a casi el 50%, marca un largo camino por recorrer. Estamos lejos de tener una situación de equidad pero desde el mundo del trabajo debemos pedir lo que sea necesario para equilibrar esa balanza. Debemos tener en cuenta que lo que consigamos por aumento del salario no se puede perder por el ascenso de la inflación. Ahí está el equilibrio para los trabajadores. La política clientelar, de planes sociales, es retrógrada. El presidente plantea distribuir la riqueza por medio de un trabajo decente.

-¿Y cuál será el número, el porcentaje, que permitirá homologar los aumentos?

-Creo que estará un 50 por ciento arriba de la inflación del año pasado. Estamos hablando de un 15, un 14 por ciento. Pero no creo en los techos, en los topes... Hay sectores que están muy atrasados y deben tener un margen superior. Cada paritaria debe saber discutir su propio aumento salarial, es un error discutir salarios por producción, eso es un paradigma de los 90. Lo importante es que el trabajador que gana unos pesos más no se lo lleva a una cuenta en Suiza ni a Punta del Este, consume en Argentina. El "boom" de consumo que se produjo a fin de año fue de todos los sectores. Hoy hay una crisis de crecimiento, y el gobierno debe acompañar con su propia inversión estatal.

El sindicalista habló de los futuros aumentos.