Al contador lo apuñalaron y creen que fue el día de su cumpleaños

Fue el 18 de enero, cuando contestó la última llamada. No fue visto desde entonces

Hernán Lascano / La Capital

El contador Carlos De Isla fue asesinado con al menos diez cuchilladas. El estado del cuerpo delata en forma inequívoca que se trabó en lucha para resistir la agresión. Los cortes fueron básicamente en brazos y piernas: zonas vitales como tronco, abdomen y cráneo estaban casi limpias de heridas. El carácter violento del deceso del profesional, encontrado desnudo en su departamento de Mitre 1039 el viernes a la noche, quedó así confirmado por los médicos que hicieron la autopsia. La conclusión de los forenses es que murió desangrado.

La necropsia había definido además que la muerte se produjo entre siete y diez días antes del hallazgo del cadáver. Pero los investigadores acomodaron el dato en una banda de precisión mayor: están seguros de que a De Isla lo mataron entre las 0.05 y las 8 de la mañana del 18 de enero.

Ese no era un día cualquiera: fue el día en que el contador cumplía 49 años. Los encargados de la causa saben que a las 0.05 De Isla atendió a un amigo que lo llamó para felicitarlo. A las 9 sus hijos, que no vivían con él, llegaron a su casa con un servicio de desayuno. No lo encontraron. Desde entonces nadie más lo contactó.


Quién y por qué
El mango de un cuchillo de cocina marca Tramontina hallado en el departamento aportó otro detalle sugestivo del tipo de crimen La hoja estaba despegada y los investigadores suponían que tal vez hubiera quedado en el cuerpo de la víctima Lo que permanecía como un enigma es tanto la identidad como la motivación del criminal

Por su tipo de actividad y conexiones con el mundo político, empresarial y académico, la noticia del asesinato acarreó un formidable impacto. De Isla era graduado en Ciencias Económicas, profesor universitario, especialista en técnicas de marketing y gerenciador de emprendimientos comerciales. Fue secretario de Hacienda de la Municipalidad de San Lorenzo en la primera gestión de Armando Traferri. Estaba actualmente volcado a la actividad docente y al asesoramiento profesional. Era dueño de un bar y su posición económica era desahogada.


Sangre en el portero
La muerte de De Isla se conoció el viernes a la noche Los vecinos de un condominio ubicado en Mitre 1039 frente al Hotel Normandie fueron alertados por el penetrante olor que emanaba de un departamento del tercer piso El administrador ingresó con una llave y encontró al contador en una habitación sobre un colchón apoyado en el piso por lo que llamó a la policía

Dos lamparones de sangre en las paredes norte y oeste de la habitación del profesional sugerían el carácter violento de la muerte, al igual que otra mancha sobre el auricular del portero eléctrico de la cocina. En el pequeño departamento de dos ambientes, que lucía sucio y abandonado, quedaron dos vestigios de personas que podrían estar ligadas a lo ocurrido. Uno es un par de zapatos negros de mujer marca Storkman. El otro es el mango del cuchillo supuestamente utilizado en la embestida. La sección Rastros secuestró ambos elementos para un análisis. Asimismo, se levantaron cabellos de la habitación.


Los allegados
De Isla estaba divorciado y tenía dos hijos Mantenía una relación cordial con su ex esposa y óptima con los chicos un varón y una mujer mayores de 18 años Tenía muchos amigos algunos de los cuales fueron convocados a dar testimonio Todos coincidieron en que era una persona de gran generosidad que entre sus amistades ofrecía con los ojos cerrados la llave del auto prestaba el departamento y daba plata a quien necesitara sin importarle la cantidad sostuvo una fuente directa de la causa

Los testimonios de sus íntimos lo pintan como una persona de carácter afable, conversador y con aptitud para trabar vínculos. "Le gustaban mucho las mujeres y tenía relaciones usuales como cualquier hombre", dijo un investigador. En efecto, la presunción preferida de la policía es que hubo al menos una mujer en su casa esa última noche.

Aunque se detectó que faltaban de la casa un teléfono celular y la billetera, no parecía claro que el crimen haya sido consecuencia de un robo. En el amplio living había dos televisores y una computadora con monitor con servicio de internet por banda ancha. Ayer los peritos de Informática de la Unidad Regional II buscaban pistas de lo ocurrido en el correo electrónico del contador. En la oscuridad de esa espaciosa sala se destacaba la presencia de una importante biblioteca: cinco metros lineales de ancho cubiertos, de piso a techo, con numerosos libros de filosofía, economía, psicología y marketing.

El juez de Instrucción Nº 11, Hernán Postma, encomendó un informe a las compañías de telefonía fija y móvil para establecer los últimos llamados entrantes y salientes de las líneas del profesional.

El momento en que retiraban el cuerpo del edificio de Mitre 1039.