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 domingo, 28 de enero de 2007  
Acuario: amigo de grandes causas

El Sol ingresó a Acuario el 21 de enero y permanecerá hasta el 19 de febrero. A este signo le pertenece el elemento aire, caliente y húmedo, masculino y de modalidad fija. La energía de Acuario es eléctrica y dinámica.

Su figura está representada por dos ondas de agua, dibujo que parece derivar de símbolos medievales que representaban al agua que fluía de una jarra, y que significaba el conocimiento derramado sobre el mundo. Su nombre proviene del latín: aquarius.

En la antigüedad, los signos coincidían con las constelaciones. El Sol en su paso por la eclíptica cruzaba aquarius durante los meses de enero y febrero. A ese ciclo se lo llamaba el mes de las lluvias, período inestable en los países del Mediterráneo y la Mesopotamia.

El símbolo era el aguador o portador de agua, el que vierte el agua de vida a los hombres. En Egipto, los cuatro signos fijos del zodíaco, Tauro, Leo, Escorpio y Acuario estaban representados en la Gran Esfinge. Acuario era la figura humana.

La simbología cristiana asoció los cuatro signos fijos, a cuatro evangelistas. Acuario representó a San Mateo, imagen a la que se le agregó alas para manifestar su naturaleza espiritual.


En la mitología
En Babilonia se consideraba al agua como símbolo de la vida por su poder curativo y fertilizante. El poeta Píndaro registró la antigua creencia egipcia de que la constelación de Acuario simbolizaba el espíritu del Nilo que daba vida a las cosechas. A la figura del que vierte agua, símbolo del signo, también presente en la mitología griega, los antiguos egipcios lo identificaron como Hapi, dios del Nilo, representado con recipientes, vasos o ánforas, de las cuales emanaba el agua.

En la mitología griega, Acuario era Ganímedes. Un muchacho tan hermoso que Zeus, enamorado de él, se transformó en águila y lo robó para llevarlo al Olimpo. Fue su favorito, prototipo del efebo helénico, sirviendo las copas de los dioses.

Se lo representaba con un gorro frigio, vestido con una capa sobre los hombros. Todos se mostraban encantados con la gracia y la belleza del joven que llenaba sus copas mostrándose amistoso, abierto y comunicativo. Tenía una mente despierta, a veces hablaba mucho y otras discutía violentamente queriendo impresionar con sus ideas.

Zeus como muestra de su amor lo premió con la inmortalidad colocándolo entre las constelaciones. Los romanos llamaron Amphora a la constelación de Acuario.


Algunas características
Los acuarianos son independientes y originales. Se trata de un signo que se caracteriza por su conciencia de grupo, tener la mente abierta y original, ser altruista, fraternal e inventivo. Son los reformadores de la sociedad, los inventores que buscan mejorar la condición humana. A Acuario se lo asocia con la creatividad, la independencia, le cuesta el compromiso afectivo y tiene gran capacidad para el pensamiento abstracto inclinado a lo intelectual.

Es moderno y mira al futuro, filantrópico y amigo de las grandes causas. Orientado hacia el conocimiento, como signo fijo, no cambia fácilmente de opinión y puede ser muy obstinado mentalmente. Se caracteriza por su determinación y persistencia. El onceavo signo del zodíaco es el signo de las utopías, idealista y de sentimientos humanitarios.
Amistoso y espiritual
 El hombre de Acuario como dice Oscar Adler es “un ermitaño en su mundo mental”. Su propósito, es no pisar la huella de nadie y conservar a cualquier precio la independencia mental, liberarse de la tradición representada por el signo anterior, Capricornio, y convertirse en su propio “dueño” lo que puede manifestarse en intransigencia y rebeldía. El sentido de libertad es muy fuerte en este signo.

Tiene gran interés por el contacto humano, suele ser inconvencional y tener un pensamiento adelantado al de su época. Otra de las características puede ser la del orgullo espiritual, suele sentirse especial, un elegido. Esta actitud en personas menos evolucionadas se puede manifestar como excentricidad, extravagancia e inadaptación. A veces le gusta contradecir a los demás y generar polémica.

Es un signo muy amistoso, tiene facilidad para hacer amigos, en cambio puede mostrar desapego con los afectos más íntimos. En el amor es paradójico y desapasionado como todos los signos de aire; necesita su espacio de libertad para desarrollar sus intereses y compartirlos con amigos. Le resulta difícil mantener relaciones absorbentes, y suele ser poco práctico, imprevisible y desconcertante.

El transmisor de la fuerza de Acuario es Saturno, dios del tiempo y de la siembra, también regente de Capricornio, el signo que le precede. El segundo regente, recientemente descubierto es Urano, el planeta de la energía libre, el que rompe con las estructuras rígidas de la tradición, el genio o el loco, como a veces se lo llama. Desde lo anatómico rige la pantorrilla, el peroné y el sistema circulatorio.


Los trabajos de Hércules
Acuario lleva el mensaje de la fraternidad humana, uno de sus dones junto al de la iluminación. Urano, el segundo regente, es el que vislumbra el plan cósmico por eso este signo puede alcanzar altos niveles de intuición.

El libro “Los doce trabajos de Hércules”, de Alice Bailey, se basa en la mitología y la relaciona con los signos del zodíaco. Se trata de una interpretación astrológica de las dramáticas pruebas que debe atravesar el hijo de Zeus, Heracles en la mitología griega, y Hércules en la romana. En el onceavo trabajo que representa a Acuario, Hércules debe ayudar al rey Augías a limpiar los estables llenos de estiércol de 3 mil bueyes acumulado durante años.

El héroe se ofreció desinteresadamente a limpiar el reino, lo que despertó la desconfianza del rey. Hércules observó que dos ríos, el Alfeo y el Peneo, pasaban cerca de allí, los desvió e hizo que ingresaran a los establos para limpiarlos, pero el rey lo desterró con ira, diciendo que él no había hecho el trabajo sino los ríos.

Cumplida la tarea Hércules se había convertido, según la versión de Alice Bailey, en servidor del mundo. Como describe este libro, en Acuario hay un trabajo desinteresado: el héroe vertió las aguas al servicio del hombre.


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