En foco. Cambios en la ley previsional

La información, herramienta clave, pero aún ausente

"Los fondos tendrán afectación específica", dijo en tono tranquilizador el titular de la Administración Nacional de Seguridad Social (Ansés), Sergio Massa, para calmar los ánimos de aquellos suspicaces que pensaban que la posibilidad de los afiliados a las AFJP de pasar al régimen de reparto era una nueva caja para el Estado.

Sin embargo, más allá de los buenos o malos pensamientos -que los argentinos son más proclives a tener en función de la historia reciente y también lejana transitada- lo cierto es que son pocos los elementos existentes para pensar en cuál es la mejor opción.

El economista de la CTA y diputado Claudio Lozano, muy crítico sobre algunos aspectos de la política oficial y fundamentalmente de las "buenas" estadísticas que difunde habitualmente el gobierno consideró que el régimen de capitalización podría seguir siendo beneficioso a la larga para aquellos trabajadores en blanco, con buenos sueldos y pronósticos de estabilidad laboral. De todos modos, rápidamente aclaró que la mejor opción pasaba por definir un sistema público financiado por los aportes de los trabajadores y las contribuciones patronales y podría convivir con uno optativo gestado en base a los fondos que cada individuo decida aportar en forma voluntaria.

Hasta ahora todo son presunciones y resta saber los puntos finos del decreto reglamentario para realizar un análisis pormenorizado sobre el asunto. Aunque, según juzgan muchos, poco punto de comparación hay con el sistema de capitalización que en la Argentina aún no dio un jubilado puro.

Para llevar agua hacia el molino oficial, Massa aclaró que no sólo quienes se jubilaron por reparto vieron reducidos sus haberes -como argumentaron en estos días muchos adeptos al sistema privado e incluso propulsores del mismo- sino además los que lo hicieron por el de capitalización también "tuvieron problemas", dijo el funcionario.

Y dio cifras. "De las 230 mil personas jubiladas en el sistema de capitalización, 60 mil volvieron al público porque estaba agotada su fuente individual, es decir, lo que habían juntado (en una AFJP) para su jubilación", dijo Massa.

El silencio de radio de las AFJP sobre un proyecto que a priori estaría "embarrándoles" el negocio hace suponer que la sangre no llegará al río y alguna que otra concesión puede haber en el camino. Quizás las palabras del propio Massa en el apresuramiento de las declaraciones tras el anuncio puedan dar una pista. "No ocurrirá nada, los aportes previsionales de los trabajadores que decidan retornar al sistema de reparto continuarán en las AFJP gasta el momento de jubilarse. Aún resta determinar si las AFJP tendrá o no derecho a cobrar una comisión por gerenciamiento de esos fondos", dijo. Tal vez en esas pocas palabras pueda encontrarse alguna respuesta.