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 domingo, 28 de enero de 2007  
Historias
Un lustro sin el uno a uno

Argentina conmemora el quinto aniversario del fin de la paridad entre el peso y el dólar con un optimismo no exento de sombras. Atrás queda la peor crisis de su historia, marcada por el corralito que congeló los ahorros de los argentinos, la devaluación de la moneda que siguió al fin de la convertibilidad y la mayor suspensión de pagos jamás protagonizada por un país.

Desde 2002, la economía creció y la inflación, tras desbordarse en el 2002, volvió a situarse en niveles razonables. Sin embargo, la equitativa distribución de la renta y la disminución de la pobreza no se acortan.

La economía, tras caer el 11% en 2002, creció más del 9% los tres años consecutivos. Fue el 6 de enero de 2002 cuando Argentina abandonó la atadura del peso con el dólar; la convertibilidad, y se generó una devaluación en medio de una de las peores crisis de la historia institucional.

Sin embargo, a partir del segundo trimestre de 2002 comenzó un período de crecimiento inédito en el país. Pasados cinco años y a pesar de las asignaturas pendientes, el país entró en otro proceso, un proceso de discusión salarial y de acceso de los más pobres a un incipiente consumo.

Luego de que Adolfo Rodríguez Saá declarara la suspensión de pagos más grande de la historia, Duhalde marcó un nuevo precio para el dólar de 1,40 peso. Un mes después estableció que cada ahorrador recibiría, el día en que se liberara el corralito, 1,40 peso por cada dólar depositado.

En abril el dólar rozaba los $4. El desequilibrio producido entre la licuación de las grandes deudas contraídas en el exterior y la macro se compensó de distintas formas con dinero de todos los argentinos: se entregaron títulos públicos a los bancos.

En la crisis que abarcó desde 1999 hasta entrado el 2003 el 57% de los argentinos cayó en la pobreza. Hoy, los pobres llegan al 30%, una inmensa masa de 10,7 millones de personas.


El escenario actual
Con todo, las cifras macroeconómicas corroboran la mejoría. La inflación de 2002 se disparó al 41%. En 2006 fue de 9,8%. Según argumentan desde el gobierno esto se logró gracias a los controles de precios, pero ya se empieza a descreer de la utilidad de los controles permanentes.

Algo es innegable en esta historia reciente: la economía, después de caer el 11% en 2002, creció por encima del 9% los tres años consecutivos. El PIB actual resulta mayor en un 19% al de 1998. La tasa de desempleo, que llegó al 21% en el cercano 2002 está en el 12,8%; pese a que se incluyen los planes Jefes de hogar. A veces la historia cercana también da una perspectiva de futuro.
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