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domingo,
17 de
diciembre de
2006 |
Usé el casco y me salvé
A través de esta carta quiero dejar mi testimonio de lo acertado de la Dirección de Tránsito de la Municipalidad en implementar el plan de educación vial para ciclistas el año pasado a través del cual se entregó cascos y elementos de seguridad en los distritos en el mes de setiembre. Hace poco tiempo fui atropellado en Córdoba y Circunvalación por una camioneta que se dio a la fuga dejándome tirado con mi bicicleta rota. Caí de cabeza sobre el pavimento. Si no perdí la vida fue porque llevaba el casco puesto. Mi cabeza quedó sana, pero el casco absorbió todo el impacto y se destruyó. El incidente hubiera podido costarme la vida o una muy seria lesión. Quiero agradecer el servicio brindado por la gente de Tránsito y en especial a Educación Vial, quienes después de lo ocurrido me dieron un nuevo casco. No se valoran estas cosas hasta que nos pasan. Me gustaría que mi mensaje sea un llamado de atención. ¿Cuándo tomaremos conciencia de que un simple casco nos puede salvar la vida? Conviene gastarse unos pesos en la compra de uno y no pasarse meses en un hospital o perder la vida en un segundo.
Bernardo Antonio Barbará,
DNI 8.275.091
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