La operación del año. Cómo se viven en Sunchales las negociaciones entre Sancor y Adecoagro

Soros hace pie en la tierra de las cooperativas

Carlos Roberto Morán / La Capital

Sunchales (enviado especial).- Esta ciudad de 20 mil habitantes vive de y para Sancor, la cooperativa de productores tamberos fundada hace casi setenta años y que actualmente se ha vuelto noticia por haber iniciado negociaciones para conformar una asociación con Adecoagro, una empresa del grupo del financista húngaro George Soros dispuesta a aportar 120 millones de dólares.

Es que Sancor buscó reposicionarse en el cada vez más competitivo mercado de los lácteos tomando créditos que luego no pudo afrontar, especialmente luego de la devaluación. La presencia del nuevo socio le permitirá sanear cuentas y competir mejor en el mercado globalizado, tal como lo asegura Sergio Montiel, gerente de Relaciones y Comunicación de la cooperativa.

"Pulmón de la ciudad", podría definirse a Sancor. El intendente de Sunchales, Gonzalo Toselli, lo resume en números, todos contundentes: "La cooperativa emplea a 1.087 personas sólo en esta ciudad, aproximadamente 690 de ellas trabajan en la planta de producción y unas 400 en la administración y si se suman las empresas satélites de Sancor, que tienen unas 500 personas empleadas y a los productores tamberos y a los transportistas, estamos hablando de que el 50% de la población activa sunchalense se encuentra ligada en forma directa a la empresa, pero indirectamente todo el pueblo depende de ella".

Sunchales es una pequeña y bella ciudad, de un perfil arquitectónico propio de la llamada cuenca lechera, es decir de fuerte presencia "gringa", considerablemente parecida a su "hermana mayor", Rafaela. Por sus calles circulan muchos vehículos cero kilómetro y también una cantidad apreciable de bicicletas y motos. No hay baches en sus arterias pavimentadas ni acumulación de basura. Toselli aclara que después de la crisis del 2001 la ciudad se ha recuperado y hoy tiene apenas un 6% de desocupación, "pero -señala Mariano Baudino, su asesor de comunicación- si se considera ocupados a quienes reciben los planes jefas y jefes de hogar esa desocupación baja al 4%".

La ciudad, con su vida calma pero vinculada constantemente al mundo, "capital nacional del cooperativismo", con sus amplias y cuidadas avenidas, su enorme y bella plaza central, más la presencia ciertamente "contundente" de Sancor, Sancor Seguros y Unidos, más otras empresas ligadas a ellas, se vuelve atractiva para mucha gente que ha buscado en esta localidad del departamento Castellanos un lugar para vivir y labrarse el futuro, como suele decirse.

Toselli señala que muchos llegan para trabajar en la construcción, otros, más calificados, para ocupar puestos de responsabilidad en la cooperativa. Montiel es uno de ellos, "santafesino de veras" hace casi dos décadas que vive en Sunchales. El está confiado que en la asociación con Adecoagro será beneficiosa y que le permitirá a Sancor superar el cuello de botella en el que se encuentra.

El martes pasado una delegación del grupo ligado a Soros llegó a Sunchales. Lo hizo sin tomar contacto con el periodismo. "Fue una reunión para conocernos, para vernos las caras", comenta Montiel quien precisa que queda un camino de negociaciones que tiene un plazo máximo de noventa días, contados a partir del pasado viernes 10. Ese martes recorrieron la planta, "comimos asado" y comenzaron a trazar el dibujo en común, aún indefinido -"la letra chica"- que es lo que mantiene inquietos a muchos sunchalenses.

Lo admiten tanto Toselli como Daniel Mazzolla, presidente del Centro Comercial e Industrial de Sunchales, quienes junto a otros connotados vecinos han mantenido reuniones porque confiesan su preocupación por el futuro, tanto de Sancor como de los habitantes de esta ciudad.

"No tenemos aún certezas sobre lo que puede pasar, porque no hemos podido hablar con la gente de Sancor ni, menos, con la de Adecoagro", señala Mazzolla aunque admite que las noticias de que Sancor no perderá su calidad de cooperativa han contribuido a despejar ciertas incertidumbres, aunque otras persisten.

"Nos preocupa que quede gente afuera y que no pueda ser absorbida por otras empresas es preocupante, tanto por lo que hace al consumo como porque eso generaría más ofertas de negocios que nos haría ingresar en la informalidad, cuestión que en Sunchales se encuentra hoy muy contenida", comenta Mazzolla.

En rigor, el "hombre de a pie", como dicen en España, esto es el ciudadano medio, no tiene demasiadas noticias de lo que ocurre. "Yo me enteré leyendo algo que me mandaron por Internet", dice Gustavo, propietario de un Polo transformado en remise con el que recorre las calles de Sunchales ciudad que, apunta, ha vuelto a crecer en los dos últimos años. "Fíjese que acá casi no se ven autos viejos", dice, conforme con la evolución de la empresa de remises fundada por su padre.

En cambio Nicolás, otro remisero, no tiene noticias de los cambios que se vienen y asegura que tampoco la tiene la mayoría de la población. "De Sancor no hablan los que viajan en el auto", afirma.

Pero, como se dijo, la preocupación existe entre los vecinos que tienen funciones de relevancia. El intendente admite haber mantenido reuniones con ellos, también con los propios directivos de la empresa. "Nos gustaría que Sancor siga como cooperativa, pero sin embargo nos parece que la alternativa que se ha presentado es buena porque estuvimos viendo antecedentes de Adecoagro e indagando sobre sus pretensiones, que serían las de estar produciendo y levantando la producción, con lo cual esto trae de por sí la garantía del sostenimiento de la fuente de trabajo", señala.

También hay conformidad por parte de los productores tamberos de la zona, dado que se considera que si aumenta la producción obviamente habrá más adquisición de leche y, presuntamente, podría registrarse un aumento en el precio del producto.

"Somos la capital nacional del cooperativismo y por nada del mundo queremos que decaiga su práctica y este espíritu que se vive en Sunchales", afirma Toselli.

La sede central de Sancor en Sunchales se convirtió en un símbolo del movimiento cooperativo.