|
miércoles,
01 de
noviembre de
2006 |
La caída. La oposición sigue eufórica luego de la victoria de monseñor Piña en tierras mesopotámicas
Kirchner mantuvo el silencio sobre
la derrota electoral en Misiones
El presidente hizo su primera aparición pública tras el humillante traspié de su delfín Rovira pero no tocó el tema
El gobierno nacional mantuvo ayer silencio oficial sobre la dura derrota del mandatario de Misiones, Carlos Rovira, a pesar de la euforia de referentes de la oposición por lo que consideran un traspié del presidente Néstor Kirchner.
Tanto Kirchner como el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, evitaron -en diversos actos públicos- cualquier comentario referido a las últimas elecciones constituyentes en Misiones y continuaron con su bajo perfil.
Fernández fue tajante en un acto en La Rioja cuando se le pidió una reflexión sobre el resultado electoral del pueblo misionero: "No. De eso ya habló la gente. Yo estoy acá en La Rioja y hablaré sobre La Rioja".
Asimismo, el diputado kirchnerista Carlos Kunkel sostuvo que "no" vive tal resultado como una derrota para la Casa Rosada, que respaldó a Rovira en su fallido intento reeleccionista.
A su turno, la senadora justicialista Hilda Chiche Duhalde criticó al presidente Kirchner al considerar que "cometió el error de nacionalizar" los comicios.
"Ha sido un triunfo de la sociedad, el gran trabajo de (el obispo Joaquín) Piña y la influencia que han tenido los medios de comunicación, al cometer el presidente el error de nacionalizar esta elección", analizó Chiche Duhalde.
Los últimos datos del escrutinio provisorio -el definitivo recién comenzará el jueves- confirmaron que el Frente Unidos por la Dignidad (FUD) se impuso el domingo pasado sobre el Frente Renovador por la Concordia (FRC) por una diferencia cercana a los 13 puntos.
La ventaja otorgaba a la alianza opositora veinte de las 35 bancas de la convención constituyente.
Desde el día de la derrota hasta ayer, el gobierno nacional optó por el silencio, a pesar de que respaldó en varias oportunidades al mandatario misionero en su fallido intento por imponer la reelección indefinida.
En esa misma línea, el jefe de Gabinete insistió en una conferencia de prensa que de "eso ya habló la gente", y justificó su reserva cuando se le preguntó por qué no quería hablar de la derrota de Rovira. "Porque estoy en La Rioja y me parece una falta de respeto a todos los riojanos", contestó de manera lacónica.
Tampoco quiso responder sobre si estaba de acuerdo con la reelección de varios gobernadores, a lo que aclaró: "Nosotros nunca hemos interferido en lo que las provincias decidan. Cada una decide su institucionalidad y su candidato".
Asimismo, el diputado kirchnerista Kunkel intentó desvincular al gobierno nacional del fracaso del delfín misionero al decir que una "derrota es cuando el pueblo argentino sufre retrocesos o cosas complicadas".
"Evidentemente se ha manifestado el juego de la democracia", dijo Kunkel saliendo al cruce de las denuncias de fraude y clientelismo político que predominaron sobre todo en el último tramo de la campaña.
En ese sentido, afirmó que "todo lo que se ha dicho, preparando la no aceptación del veredicto popular en caso de que no fuera respaldado Rovira, con respecto al fraude y todo ese tipo de cosas, quedó demostrado que no hay tal" actitud.
A su turno, Chiche Duhalde aseguró que Kirchner "cometió el error de nacionalizar" los comicios en Misiones y confió que le "preocupa" el silencio oficial porque "puede ayudar a la gente que haya un reconocimiento" por parte del presidente.
"Hay personajes que hablan y uno a veces puede suponer que hablan porque tienen la lengua larga, y no la pueden contener, como el caso de (el subsecretario de Tierras para el Hábitat Social, Luis) D'Elía, hombre que es un verdadero delincuente", sentenció.
Por su parte, el gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch, afirmó ayer que el presidente Kirchner es el "primer responsable" de la "escalada reeleccionista" en el país.
"El presidente es el primer responsable del avance de una escalada reeleccionista", dijo el precandidato a presidente por el sector de centroderecha para los comicios del 2007.
Sobisch expresó que muchos gobernadores "no se animan a señalar" al presidente como "el gran perdedor", porque "dependen de la caja de Kirchner, de la plata que primero nos saca y que después entrega con cuentagotas".
El postulante opinó que "la gente ya se cansó, ya no la convencen con el clientelismo" y opinó que "con lo sucedido en Misiones, el gobernador Solá deberá repensar su intención reeleccionista".
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
Kirchner apostó por Rovira y ahora acusa el duro golpe de la derrota en Misiones.
|
|
|